La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado penas severas en un caso que sacude los cimientos del sector energético en España. Se piden 59 años de cárcel para José Manuel Villarejo, excomisario de la Policía Nacional, acusado de recibir encargos de espionaje por parte de Iberdrola. Por su parte, Antonio Asenjo, exdirector de Seguridad de la eléctrica, enfrenta una petición de 45 años tras su implicación en estos delitos.

Entre 2004 y 2011, Iberdrola, bajo la dirección de Asenjo, contrató a Villarejo para llevar a cabo una serie de investigaciones secretas que involucraban a competidores y otras entidades con las que la compañía podía tener conflictos. Según la acusación, el total de pagos alcanzó más de un millón de euros, lo que plantea serias dudas sobre la ética en la empresa.

No es solo Villarejo quien enfrenta las consecuencias, Rafael Redondo, socio de Villarejo, también ha sido acusado, y se le exigen 50 años y medio de prisión. La lista de delitos incluye cohecho, revelación de secretos y falsificación de documentos mercantiles.

Uno de los proyectos más impactantes fue denominado "Proyectos Gipsy", cuyo objetivo era investigar a Florentino Pérez, presidente del grupo ACS, en un intento de debilitar su influencia sobre el consejo de administración de Iberdrola. También se destapó que a través de ese entramado se obtuvo información privada, como el tráfico de llamadas de personas involucradas, lo que ha llevado a varias reclamaciones de indemnización entre 15,000 y 60,000 euros.

La Fiscalía no ha escatimado en advertir que Iberdrola será considerada responsable civil subsidiaria, obligándola a indemnizar a las víctimas en un total de 285,000 euros. Este caso ha dejado a la compañía en una posición muy vulnerable, con la atención pública y mediática completamente enfocada en sus prácticas de seguridad.

Este contundente escrito de acusación se produce justo un día después de que la Audiencia Nacional confirmara la condena de tres años de prisión a Villarejo por otro caso de cohecho. La presión sobre Iberdrola y sus directivos sigue en aumento, y la expectación crece ante nuevas revelaciones que podrían surgir en el juicio. ¿Qué otras sorpresas nos depara este oscuro capítulo de espionaje? ¡Permanezcan atentos!