En un giro inesperado de los acontecimientos, Isabel Pantoja ha decidido contratar a cuatro guardaespaldas tras un altercado con la prensa que hizo explotar su paciencia.

La famosa cantante se disculpó públicamente por su actuación en su recital en Tenerife, donde declaró: "Soy humana". Este reconocimiento de vulnerabilidad ha resonado con muchos de sus seguidores, quienes comprenden la presión constante que enfrenta.

El incidente tuvo lugar el 19 de septiembre en el aeropuerto de Tenerife. Una periodista, al acercarse a Isabel, le preguntó sobre la venta de Cantora, su mudanza a Madrid y las recientes tensiones familiares con sus hijos, Kiko Rivera e Isa Pantoja. La respuesta de la tonadillera fue explosiva, llegando incluso a golpear el micrófono de la reportera al gritar: "¡Cállate! ¡Imbé...! ¡Ocúpate de España!"

Desesperada por encontrar una solución, Isabel convocó un "gabinete de crisis" con su hermano Agustín y su equipo de trabajo para analizar la situación y aclarar su postura ante los medios. Las imágenes exclusivas que hemos podido obtener muestran a Pantoja rodeada de guardaespaldas en un intento de aislamiento mediático, asegurando que nadie se acerque a ella tras el tumulto.

Las redes sociales no tardaron en reaccionar, inundándose de memes y comentarios sobre su comportamiento, lo que ha dado pie a lo que se podría llamar un 'Pantoblindaje' en Tenerife. Los guardaespaldas estaban firmes en su labor; uno de ellos llegó a advertir a un periodista: "No pases el perímetro", mientras defendían la privacidad de la artista.

Isabel, visiblemente afectada, tocándose el corazón, reiteró en su concierto su humanidad y sus errores, haciendo un llamado a la comprensión. Sin embargo, no todo son flores; la tensión persiste. Según el periodista Antonio Rossi, los empresarios e inversores están molestos con ella debido a su reciente comportamiento y el impacto mediático del incidente.

En un panorama donde la presión mediática es constante, Isabel Pantoja se enfrenta no solo a sus conflictos familiares, sino también a las expectativas de una carrera que no parece dar tregua. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿cómo afectará esto a su carrera y a su relación con la prensa en el futuro?