La madrugada del pasado fin de semana, un grupo de jóvenes en Zaragoza se vio envuelto en un incidente que ha dejado a la comunidad atónita.

En un acto de vandalismo, un chico, impulsado por el hambre y la sed, decidió romper el cristal de una máquina expendedora en la avenida de Madrid, junto a sus amigos.

El plan, aparentemente improvisado, resultó en un verdadero festival de saqueo: el grupo no solo destrozó la máquina, sino que se llevaron todo lo que pudieron, dejando atrás únicamente un par de bolsas de gominolas.

Este acto delictivo ha sido captado por las cámaras de seguridad del establecimiento y ahora, el joven se enfrenta a un juicio que podría culminar en prisión.

Este tipo de vandalismo no solo afecta a los negocios locales, sino que desata un debate sobre la responsabilidad de los jóvenes y el impacto del consumo de alcohol durante la noche.

Los vecinos piden mayor vigilancia para evitar que estos actos se repitan, mientras que las autoridades advierten sobre las consecuencias legales que pueden tener estos 'fiestas' nocturnas.