En Polonia, la mantequilla ha dejado de ser simplemente un delicioso lácteo que acompaña las tostadas del desayuno. Se ha transformado en un asunto de Estado principalmente debido a un alarmante incremento en su precio, que ha causado estragos tanto económicos como sociales. En un intento desesperado por contener esta crisis, el Gobierno polaco decidió subastar 1,000 toneladas de sus reservas de emergencia, un fondo que incluye otros bienes esenciales para la seguridad nacional como petróleo, vacunas y alimentos básicos.

Este asunto ha trascendido fronteras, afectando incluso a empresas españolas que dependen del mercado polaco. La subasta, lanzada el 17 de diciembre por la Agencia Gubernamental de Reservas Estratégicas (RARS), tuvo un eco especial en el sector lácteo, ya que solo estaba abierta a mayoristas y empresarios del rubro.

La mantequilla en cuestión se ofreció en bloques de 25 kilos, congelada y sin sal, asegurando que los compradores pudieran conservarla durante dos años. Las empresas Mlekovita y Milkpol Polska fueron las únicas en presentar ofertas consideradas aceptables, reflejando la tensión que existe en el mercado.

El precio mínimo de subasta fue de 28,38 PLN/kg (aproximadamente 6,64 euros), lo que es una fracción del costo en los supermercados, donde los precios oscilaron entre 39,9 y 49,9 zlotys (entre 9,3 y 11,7 euros) sólo semanas antes. Este intento del Gobierno polaco es parte de una estrategia más amplia para estabilizar el mercado y paliar la inflación que afecta a la población.

La razón detrás de esta subasta es el drástico aumento en el precio de la mantequilla a nivel mundial, atribuible a la escasez de leche y a diversos factores como la guerra en Ucrania, condiciones climáticas extremas y el desvío de recursos hacia cultivos más rentables. En efecto, la FAO y otras instituciones han señalado que el precio de la mantequilla ha alcanzado niveles históricos, con incrementos anuales que superan el 70% en los últimos meses.

Para poner esto en contexto, el consumo per cápita de mantequilla en Polonia ha crecido, alcanzando cerca de seis kilos al año en 2023, un aumento notable en comparación con 4,2 kilos hace dos décadas. Esto coloca a Polonia entre los diez principales consumidores de mantequilla en el mundo.

La crisis de mantequilla ha llevado no solo a cambios en la dieta de algunas familias que han optado por margarina, sino que también ha comenzado a tener repercusiones políticas. A medida que se avecinan las elecciones, los partidos en conflicto han comenzado a culpabilizarse mutuamente por la situación económica del país, mientras que la inflación anual supera los niveles registrados en la Unión Europea. ¡Parece que la mantequilla está provocando mucho más que solo un aumento de precios!