Vinicius regresó a Mestalla, donde la atmósfera prometía ser mucho menos tensa que en anteriores ocasiones. Sin embargo, los ecos del pasado aún resonaban. A pesar de que el Real Madrid había demostrado un comportamiento ejemplar tras el reciente incidente con la DANA, la sombra del escándalo por acusaciones de racismo en 2023 seguía presente. En esa ocasión, Vinicius acusó a todo el estadio de racista, aunque en su comunidad sí fue víctima de despectivos comentarios por un sector diezmado de aficionados.

Antes de que comenzara el partido, cánticos como 'Vinicius, balón de playa' inundaban el ambiente, y algunas pancartas burlonas circulaban por las gradas. El tenso ambiente ya era palpable y se intensificó a medida que avanzaba el encuentro. Cada vez que el brasileño tocaba el balón, los silbidos rebotaban en Mestalla y, aunque al principio no reaccionó, los gestos de Vinicius hacia el árbitro solicitando penaltis solo avivaban más la llama de la provocación.

La primera mitad se tornó especialmente candente cuando, tras intentar regatear a la defensa, cayó justo ante la hinchada. El árbitro no pitó falta, lo que provocó que el estadio le cantara 'tonto', un eco de lo sucedido en 2023, donde dijo haber sido objeto de insultos racistas.

Ya en el segundo tiempo, la situación se descontroló. Después de un cruce de palabras con Dimitrievski, un empujón del portero macedonio llevó a Vinicius a perder los estribos, y le lanzó un empujón en la cara. Tras verificar la jugada en el VAR, el árbitro no dudó en mostrarle la tarjeta roja.

El brasileño fue escoltado hacia el túnel de vestuarios por varios jugadores y técnicos, claramente fuera de sí. Esta no es la primera vez que Vinicius sale expulsado de Mestalla: en 2023 vivió una experiencia similar, aunque esta vez se zanjó sin insultos racistas, pero sí con una nueva agresión por su parte. Apenas minutos después de concluir el encuentro, el '7' utilizó sus redes sociales para disculparse: ‘¡Perdón y gracias, equipo!’.

La situación de Vinicius en Mestalla plantea importantes interrogantes sobre la gestión y la presión que enfrenta el jugador, quien ha sido blanco de hostigamiento en varias ocasiones. Esto subraya la necesidad de concienciar sobre el racismo en el fútbol, pero también sobre el comportamiento de los jugadores dentro y fuera del campo.