¿Quizás la nueva Comisión Europea es en realidad una agencia inmobiliaria? Casas, terrenos inmensos y hasta tiendas forman parte de la ostentosa riqueza que los aspirantes a la nueva Comisión Europea han revelado en sus declaraciones de intereses, y el análisis ya está en marcha por parte de los eurodiputados de la Comisión de Asuntos Jurídicos (JURI).

El futuro comisario de Transporte Sostenible y Turismo, Apostolos Tzitzikostas, una figura poderosa del Partido Popular Europeo propuesto por el primer ministro griego, Kyriákos Mitsotákis, es un verdadero terrateniente en Grecia. Según informes, posee la asombrosa cantidad de 16 apartamentos, ¡más de 655,000 metros cuadrados de terreno! También tiene propiedades comerciales como seis tiendas y varios garajes. Además, posee 200,000 euros en acciones repartidas entre sectores que van desde productos lácteos hasta energía fotovoltaica y ha recibido más de 18,000 euros de fondos de la Política Agrícola Común (PAC).

Por su parte, el italiano Raffaele Fitto, nombrado vice-presidente ejecutivo para Cohesión y Reformas, también tiene una jugosa declaración patrimonial: es propietario de siete apartamentos y tiene participación en otros tres, además del 15% de una farmacia valorada en unos 150,000 euros.

Mientras tanto, la búlgaro Ekaterina Zaharieva, candidata para el cargo de Start-Ups, Investigación e Innovación, también tiene propiedades impresionantes, incluyendo un terreno de 6,850 metros cuadrados y una casa en la paradisíaca península griega de Halkidiki.

En un giro más intrigante, la eslovena Marta Klos, quien aspira a la cartera de Ampliación, ha revelado tener un millón de euros en ahorros. Sin embargo, su nombramiento está envuelto en controversia debido a acusaciones sobre vínculos sospechosos con los antiguos servicios secretos yugoslavos y la Rusia contemporánea. La unidad de la Comisión en cuestión parece tambalearse por estas sombras del pasado, lo que generan dudas sobre su idoneidad.

Pero eso no es todo. La candidata a suceder a Josep Borrell, Kaja Kallas, ha dejado varias secciones vacías en su declaración, incluyendo detalles sobre las finanzas de su cónyuge, lo que ha encendido rumores sobre conexiones financieras con Rusia. La empresa de transporte de su esposo, Stark Logistics, enfrenta sospechas después de que se revelara que aún estaba operando en territorio ruso, a pesar de las sanciones vigentes que su gobierno recalcó.

El panorama que se vislumbra es desalentador. La capacidad de la Comisión JURI para examinar adecuadamente estos conflictos de intereses es preocupante, ya que se limita a analizar las declaraciones financieras sin poder investigar más allá. Manon Aubry, portavoz de La Izquierda, ha calificado este proceso como "una farsa", y subraya que muchos candidatos han trabajado para grandes corporaciones y lobbies sin que esto se evalúe adecuadamente.

La situación es crítica, y el límite para el análisis de las 26 declaraciones de interés es el 18 de octubre. Las audiencias en el Parlamento Europeo comenzarán del 4 al 12 de noviembre, donde los candidatos deben demostrar su idoneidad. Si alguno no logra pasar, el estado miembro deberá presentar un nuevo candidato que enfrentará el mismo riguroso escrutinio. ¿Lograrán los eurodiputados desenmascarar a los candidatos o la corrupción persistirá en las altas esferas europeas? ¡La respuesta podría resultar impactante!