¡Escándalo en la Casa Real Noruega! Marius Borg Høiby sacude los cimientos de la monarquía, mientras Ingrid Alexandra se alza como la única esperanza
2024-12-19
Autor: José
La reciente controversia en torno a Marius Borg Høiby ha dejado a la casa real noruega tambaleándose. Aunque Marius, hijo de la princesa Mette-Marit, no ostenta derecho al trono ni forma parte de la familia real, las impactantes acusaciones de violencia machista y abuso sexual han desatado una crisis que amenaza la imagen de una institución que ha sido un pilar en la sociedad noruega desde 1905.
Las encuestas más recientes muestran un notable descenso en la popularidad de la familia real. Un alarmante 45% de los noruegos perciben la casa real con una imagen negativa, lo que representa una caída de diez puntos con respecto al año anterior, alcanzando así un mínimo histórico. Este cambio drástico es un golpe para una monarquía que tradicionalmente ha simbolizado la unidad y la soberanía del país.
El porcentaje de confianza en Mette-Marit como futura reina consorte es aún más preocupante: apenas el 27.5% de los encuestados le brindan su apoyo, en contraste con el 67.2% de aceptación que disfruta su hija, Ingrid Alexandra. A sus 20 años, Ingrid se está formando militarmente en el norte de Noruega, posicionándose como una figura clave que podría restaurar la fe en la monarquía, aunque actualmente, el príncipe Haakon, su padre, mantiene una aprobación del 61% entre el público.
El escándalo de Marius Borg Høiby no solo ha perjudicado a la imagen de su madre, sino que también ha suscitado preguntas sobre su capacidad de manejo de crisis. Se ha revelado que la princesa estaba posiblemente al tanto de las conductas problemáticas de su hijo en fiestas y reuniones sociales, algunas de ellas en locales vinculados a la familia real. Esta percepción ha dañado gravemente su reputación, generando sospechas sobre años de posible encubrimiento y favoritismo hacia Marius.
Este caso representa el primer gran escándalo en la monarquía noruega en más de un siglo. Desde su detención inicial, el abogado de Marius, Øyvind Bratlien, ha intentado mitigar el daño mediático, emitiendo comunicados donde el joven admite sus errores y busca redimirse. Sin embargo, nuevas acusaciones continúan surgiendo, alimentando la atención de los medios y ampliando la crisis institucional.
Frente a este caos, la Casa Real ha optado por el silencio, permitiendo que las autoridades manejen el caso sin intervenciones públicas. El príncipe Haakon ha sido el único miembro de la familia en ofrecer comentarios, expresando su confianza en el proceso judicial y su apoyo a la familia desde un punto de vista personal. Recientemente, él y Mette-Marit visitaron a su hijastro en un centro de desintoxicación en Londres, un gesto que ha generado tanto apoyo como críticas.
Mientras tanto, Ingrid Alexandra ha intensificado su presencia en la vida pública. Recientes apariciones, como su participación en un campamento militar y su visita al Hospital Infantil de Drammen durante el Día de Santa Lucía, han sido recibidas con buenos ojos por la población, consolidando su imagen como la salvadora de la dinastía.
A pesar de los escándalos que sacuden a la monarquía, los datos muestran que el futuro de la casa real no está aún perdido. La creciente popularidad de Ingrid y la percepción positiva del príncipe Haakon ofrecen destellos de optimismo en medio de esta tormenta. Sin embargo, reconstruir la confianza y la reputación que una vez gozó la monarquía será un arduo desafío en un clima de creciente vigilancia pública.