El juez Juan Carlos Peinado ha convocado para el próximo 22 de enero a altos representantes de empresas tecnológicas de renombre: Indra Sistemas, Google y Telefónica. Están llamados a testificar en la investigación que rodea a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Gómez enfrenta graves acusaciones que incluyen cuatro delitos: tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida del software de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e intrusismo profesional. Este caso ha llamado la atención no solo por su conexión con figuras políticas, sino también por la magnitud de las empresas implicadas.

Además de los mencionados, también han sido citados como testigos representantes de la Fundación Manpower y Arsys Internet. La investigación se amplía al ex vicerrector de Planificación de la UCM, Juan Carlos Doadrio Villarejo, así como a su sucesor, José María Coello de Portugal.

La trama se centra en la presunta apropiación indebidamente del software desarrollado por la UCM, cuyo desarrollo había sido uno de los objetivos en la creación de la cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva. Este caso no solo pone en jaque a Gómez, sino que podría desvelar un entramado de corrupción que afecta a varias áreas de la administración pública y a la colaboración del sector privado.

El juicio ha comenzado a atraer la atención de medios de comunicación y ciudadanos, que esperan con expectativa los testimonios de estas compañías, cuyas influencias en el ámbito tecnológico son incuestionables. ¿Qué revelaciones pueden surgir de esta investigación que promete sacudir los cimientos del poder político y empresarial en España?