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¡Escándalo en el Servicio Canario de Salud! Les condenan a pagar 60.000 euros por dejar a un paciente desorientado salir solo

2025-08-23

Autor: Ana

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha dictado una sentencia que deja al Servicio Canario de Salud (SCS) ante un escándalo monumental: deberán pagar 60.000 euros a la familia de un hombre de 61 años que fue dado de alta del Hospital Insular de Gran Canaria sin acompañamiento, a pesar de su estado de desorientación.

La conmovedora historia se remonta al 27 de septiembre de 2022, cuando el paciente ingresó en el hospital después de que una ambulancia lo trasladara debido a que "hablaba incoherencias". A pesar de las evidencias y los llamados desesperados de sus familiares alertando de su condición, una doctora decidió darle el alta seis horas después de su ingreso.

Las cámaras del hospital muestran al hombre intentando regresar al recinto sanitario, solo para ser impedido. Desde entonces, su familia no pudo localizarlo, lo que llevó a que contactaran a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, pero su paradero sigue siendo un misterio.

Los miembros de la familia habían solicitado que se les avisara sobre cualquier decisión de alta debido a que el paciente tenía una tarjeta A.A., que indica que necesita atención y acompañamiento en todo momento. Sin embargo, la historia dio un giro inesperado cuando los Servicios Jurídicos del Gobierno inicialmente rechazaron la reclamación de indemnización, argumentando que no se había presentado un reclamo formal.

Ahora, el TSJC ha reconocido que los denunciantes no tenían conocimientos legales y que, por lo tanto, omitieron detalles importantes en su reclamación. La corte enfatizó que el paciente, al tener una tarjeta A.A., está en una posición de vulnerabilidad que exige una atención más cuidadosa y reducida en su tiempo de espera.

El abogado de la familia expresó su indignación, señalando que este incidente ha causado un daño moral irreparable. La corte dejó claro que el funcionamiento del SCS fue lamentablemente deficiente, lo que justifica la revocación de la decisión previa.

La narración concluye con la desesperación de la familia del paciente, quien tras recibir la noticia de su alta, intentaron contactarlo, solo para descubrir que su teléfono estaba apagado y que no tenía dinero para regresar a su casa en el sur de Gran Canaria. Mientras el hospital alegaba que no tenían conocimiento de su condición de A.A. y que el paciente estaba orientado al momento de su alta, la verdad se revela aterradora: sufría de una enfermedad grave que requirió atención hasta en cien ocasiones en el pasado.