Una Noche de Altibajos para el Dibu Martínez

La actuación de Emiliano Martínez fue un torbellino de emociones. A pesar de que el arquero argentino brilló con varias atajadas, su equipo, el Aston Villa, sufrió una dolorosa derrota 1-3 contra el Paris Saint-Germain en su visita al Parque de los Príncipes, lo que deja al club inglés al borde de la eliminación en la UEFA Champions League.

Hostilidad Francesa y Cánticos Ofensivos

La atmósfera en el estadio se tornó hostil, con abucheos e insultos dirigidos hacia Martínez desde el principio del partido. El diario francés L'Équipe lo describió como 'el enemigo público del fútbol francés' por sus continuas provocaciones. Durante el calentamiento y el juego, el público no escatimó en cánticos corrosivos: "Martínez, hijo de puta...", lo que evocó un recordatorio del trato que recibió Lionel Messi en el mismo estadio.

Dibu Martínez Desata la Ira de los Franceses

Moisés Llorens, periodista de ESPN, relató que los aficionados franceses no cesaron en su ataque verbal, recordando incluso a la madre de Martínez. Desde que el Dibu llevó a Argentina a la gloria en el Mundial 2022, no ha sido bien recibido en París, y este partido no fue la excepción.

Un Cambio de Look que No Ayudó

El periódico Le Parisien comentó sobre el llamativo cambio de look de Martínez, quien llegó con un cabello teñido en colores argentinos. No obstante, su estilo no le ayudó frente a los delanteros del PSG, quienes no dejaron pasar la oportunidad de marcar.

Agradecimiento y Resiliencia Entre Jugadores

A pesar de la derrota, Martínez se mostró optimista en redes sociales, dejando claro que la batalla aún no ha terminado: "Podemos hacerlo en casa". Su compañero, Matthew Cash, expresó su total respaldo, elogiando la experiencia y el carácter del Dibu: "Es fantástico tenerlo de portero".

El Futuro del Aston Villa aún en Suspenso

Mientras L'Équipe ya daba por asegurada la clasificación del PSG a semifinales, los seguidores del Aston Villa esperan con ansias una remontada en el próximo partido. Con la garantía de que el Dibu seguirá bajo los tres palos, las dudas están lejos de disiparse.