La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) enfrenta serias acusaciones de malversación, estafa y apropiación indebida. Según la denuncia presentada por Manos Limpias, se han revelado detalles alarmantes que indican que la institución gastó casi un millón de euros en la compra de obras de arte y la contratación de personal especializado, actividades que, según el comité de empresa, distan completamente del objetivo original del centro: la investigación en oncología.

Este escándalo se intensifica con la revelación de que al menos tres personas fueron contratadas exclusivamente para gestionar estos gastos artísticos, que el comité califica como una "actividad injustificable". A pesar de enfrentarse a una política estricta de recortes en materia de investigación, el CNIO adquirió decenas de obras valiosas y organizó una cuestionable itinerancia internacional para mostrar las mismas, incurriendo en gastos de más de 20.000 euros, coste que afecta directamente a su presupuesto ya limitado.

Según la denuncia, la directora no solo utilizó fondos inapropiadamente, sino que también cobró un sobresueldo irregular de 30.000 euros durante un periodo de tres años. Un informe de auditoría de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) confirma que en los años 2016, 2017 y 2018, se le pagaron préstamos que no le correspondían, sumando un total de 90.197 euros.

El CNIO, que debería estar enfocado en la lucha contra el cáncer, se ve envuelto en un cúmulo de cuestionamientos y falta de transparencia. Las autoridades han instado a una investigación completa para clarificar todas las irregularidades y determinar los responsables de esta alarmante situación. Estos casos ponen en riesgo no solo la reputación del CNIO, sino también el futuro de la investigación oncológica en España.