Introducción

Santiago Martín Barajas, uno de los fundadores de Ecologistas en Acción y su primer coordinador general, ha sido señalado en un informe preliminar por haber ejercido acoso sexual y laboral durante años dentro de la organización. Este informe fue elaborado por una comisión de nueve miembros –siete de Ecologistas y dos expertas independientes– tras la revelación de que un juzgado está investigando una denuncia de agresión sexual contra Barajas. Las conclusiones indican que su comportamiento ha existido en un contexto de relaciones de poder patriarcales que fueron identificadas pero nunca censuradas por la organización.

Denuncia penal

La denuncia penal por agresión sexual fue presentada por una mujer vinculada al ecologismo, aunque no tenía relación laboral con Ecologistas en Acción. Su acusación incluye testimonios de otras dos mujeres, una de las cuales trabajó en la organización y relató haber sufrido acoso y abuso durante años. El informe sostiene que esta investigación interna puede progresar independientemente del proceso penal, permitiendo a Ecologistas en Acción investigar y tomar medidas cuando lo considere necesario.

Evidencias recopiladas

El informe ha recopilado testimonios y documentos que evidencian una larga historia de comportamientos de acoso por parte de Barajas, que se extienden a lo largo de dos décadas. Las evidencias apuntan a situaciones graves que combinan acoso sexual y laboral hacia una víctima específica. Los testimonios destacan que las conductas de Barajas incluían "chantaje sexual y tocamientos no consentidos", y que la situación se prolongó hasta 2020, cuando la víctima se mudó y los miembros de Ecologistas en Acción plantearon una lista alternativa de líderes.

Críticas a la organización

El informe también critica a la organización por no tener "instrumentos efectivos para la prevención y actuación frente al acoso", lo que ha facilitado la normalización de estos comportamientos inaceptables. Un testigo mencionado en la investigación negó tener conocimiento de las situaciones de acoso, aunque otros confirmaron que estaban al tanto de lo ocurrido, lo que subraya la falta de acción en la organización frente a las denuncias.

Impacto emocional en las víctimas

Las emociones de impotencia y desesperanza entre las víctimas y miembros de la organización han aumentado debido a la inacción institucional, lo que ha llevado a sentimientos de ansiedad y depresión entre varios afectados. La comisión no solo busca esclarecer los hechos, sino que también ha propuesto medidas preventivas y de reparación social para las víctimas.

Respuesta de Ecologistas en Acción

Ecologistas en Acción ha establecido un comité antiacoso en respuesta a la denuncia, el cual ha convocado varias reuniones para revisar las normas internas y realizar entrevistas. Sin embargo, el camino por recorrer es largo y complicado, ya que las víctimas siguen enfrentándose a un sistema que a menudo las invisibiliza. Este escándalo no solo pone en tela de juicio la integridad de la organización, sino que también plantea serias preguntas sobre cómo se manejan las denuncias de acoso en instituciones que abogan por la justicia social.