Más de 50 ciudadanos saharauis se encuentran detenidos en la sala de asilo del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, tras haber solicitado protección internacional en España. Sin embargo, el Ministerio del Interior ha informado que al menos diez de ellos no recibirán asilo y serán devueltos a Marruecos. Tanto Sumar como Podemos han denunciado esta decisión, calificando la situación de "inhumana" e "insalubre".

Ione Belarra, secretaria general de Podemos, intentó acceder a la sala de asilo para apoyar a los refugiados, pero fue bloqueada por agentes de policía. En respuesta a este incidente, Podemos ha solicitado amparo al Congreso, exigiendo investigar "quién dio la orden" de impedir la entrada de Belarra. Javier Sánchez, portavoz del partido, criticó el trato recibido por su líder al impedirle tener contacto con los solicitantes de asilo.

"Estamos en la obligación de recoger información donde se vulneran los derechos humanos y se niegan derechos básicos como el refugio y asilo", destacó un miembro de Podemos, denunciando el accionar de las fuerzas de seguridad. Aunque el portavoz del PSOE, Patxi López, defendió el protocolo del Ministerio del Interior, sugirió que Belarra debió haber solicitado oficialmente acceso a la sala antes de intentar entrar.

Después de este incidente, Podemos elevará la presión sobre el Gobierno, pidiendo una desautorización pública de la gestión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien tiene la potestad de otorgar o denegar asilos. Señalan urgentemente la necesidad de atención para los saharauis en Barajas, argumentando que se encuentran en riesgo de persecución y tortura por parte del régimen marroquí.

"Es indignante que el Gobierno de España, y en particular el ministro Marlaska, estén considerando la expulsión de personas que huyen de la violencia", afirmó Javier Sánchez, quien reveló que entre los solicitantes hay un enfermo oncológico, dos menores gravemente enfermas y una mujer que recientemente sufrió un aborto. Aseguró que estas personas no están recibiendo la atención médica necesaria, lo que agrava su situación.

Además, el diputado de Podemos criticó la discrepancia en el tratamiento de asilo según la nacionalidad, señalando que España ha acogido a alrededor de 210,000 ucranianos y 40,000 venezolanos, pero rechaza a un grupo de saharauis que requieren protección. "Esto plantea una doble moral que no podemos tolerar. Todos los solicitantes de asilo merecen la misma consideración y respeto, independientemente de su origen", expresó.

La situación se ha vuelto crítica y se espera que la presión social continúe aumentando, mientras la opinión pública exige una revisión de las políticas de asilo del Gobierno español y un trato justo a quienes buscan refugio en su territorio.