Miquel Llabrés, ferviente socio y aficionado del Mallorca, ha denunciado en un impactante testimonio los aterradores incidentes que tuvieron lugar durante el partido entre el Real Madrid y el Mallorca en la semifinal de la Supercopa de España, celebrada en Arabia. La situación ha generado una ola de indignación entre los aficionados y ha puesto en tela de juicio las condiciones de seguridad en el evento.

Este trágico episodio no solo ha afectado a los jugadores, sino que también ha dejado a sus familias en una situación de vulnerabilidad extrema. Parejas y familiares de los futbolistas han denunciado sufrir acoso y tocamientos por parte de numerosos aficionados árabes al dejar el estadio, lo que plantea serias cuestiones sobre la organización y la protección que se ofrece en este tipo de eventos.

En una entrevista con RAC1, Llabrés describió la experiencia como "terrible", subrayando que durante el partido, la atmósfera era hostil, llena de burlas. Lo más alarmante, según su relato, ocurrió en el momento de la salida: "Los aficionados no tenían ningún respeto, hubo insultos constantes, grabaciones y fotografías sin consentimiento. Las esposas de los jugadores fueron las más afectadas, siendo víctimas de acoso sexual y tocamientos inapropiados".

Llabrés enfatizó la sensación de inseguridad que todos experimentaron: "Nos sentimos totalmente desprotegidos, había gente gesticulando como si fueran a cortarnos el cuello, empujándonos... incluso menores tuvieron que enfrentar situaciones muy desagradables. Teníamos miedo de lo que podía pasar porque estábamos rodeados de una multitud hostil, y no había ninguna protección".

Además, el aficionado ha expresado su descontento ante la falta de respuesta inmediata por parte de la Federación, que hasta la fecha no ha emitido ningún comunicado al respecto. Cuando se le preguntó sobre el anuncio del presidente de la Federación, Rafael Louzán, de que la Supercopa continuará realizándose en Arabia, Llabrés no pudo contener su indignación: "Nuestra seguridad debería ser la prioridad, pero parece que vale tan solo 40 millones de euros. La llegada del Barça y del Real Madrid ha tomado precedencia sobre la seguridad de los que viajamos desde España. Es vergonzoso que no se considere la experiencia de los aficionados".

Esta situación resalta la urgente necesidad de reformar las políticas de seguridad en eventos deportivos internacionales. La comunidad futbolística, desde jugadores hasta aficionados, exige un entorno seguro y respetuoso donde disfrutar de su pasión sin temor a la violencia o el acoso.