El parlamento israelí, conocido como la Knesset, ha tomado medidas drásticas al votar la prohibición de la UNRWA, la agencia de la ONU que ayuda a refugiados palestinos desde hace casi ocho décadas. La legislación, aprobada el lunes, incluye dos proyectos de ley significativos: uno que impide a la UNRWA llevar a cabo actividades dentro de Israel y otro que prohíbe cualquier contacto de las autoridades israelíes con esta agencia, anulando un acuerdo de 1967.

Estas decisiones han suscitado una fuerte preocupación internacional. Antes de la votación, el Departamento de Estado de Estados Unidos instó a Israel a reconsiderar, afirmando que la UNRWA desempeña un papel vital en Gaza en este momento de crisis. Antony Blinken, el secretario de Estado estadounidense, advirtió a Israel que tales acciones podrían repercutir en la política y legislación norteamericana.

A pesar de la presión externa, el parlamento ratificó estas leyes con resultados abrumadores: 92 votos a favor contra 10 en una y 87 a 9 en la otra. La UNRWA, que asiste a más de seis millones de palestinos proveyéndoles alimentos, educación y servicios médicos, ve su capacidad de operación en Gaza y Cisjordania severamente comprometida.

David Barnea, director del Mossad, regresó recientemente de Doha tras reuniones con el director de la CIA y el primer ministro de Catar. Las conversaciones giraron en torno a un nuevo esquema para un alto el fuego y la liberación de rehenes en Gaza, aunque un diplomático advirtió que los términos aún no están completos y no se han discutido con Hamas.

Mientras tanto, Irán y la comunidad internacional siguen observando con atención. Un ciudadano alemán-iraní fue ejecutado en Irán por terrorismo, un acto que genera más tensión en una región ya convulsa. Las autoridades han denunciado que Israel continúa atacando objetivos en Irán, lo que podría desencadenar una escalada aún mayor.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, incluso ha expresado su disposición a aceptar un acuerdo de alto el fuego temporal, aunque duda de que Hamas lo acepte. En un momento donde la situación humanitaria en Gaza es crítica, se han reportado más de mil muertes debido a la incursión militar israelí, con cada vez más presión internacional para detener las hostilidades.

El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, ha mencionado que siempre han buscado la liberación de los rehenes y el final de la guerra, pero la violencia persiste y las conversaciones son cada vez más complejas, especialmente considerando la oposición de Hamas a cualquier acuerdo que no garantice un alto el fuego permanente.

Los bombardeos en Gaza continúan, con miles de personas desplazadas y el acceso a asistencia humanitaria severamente restringido. En este contexto, muchos piden a la comunidad internacional que intervenga.

La inestabilidad en la región es palpable, y las repercusiones de cada decisión tomada en Israel podrían llevar a una escalada del conflicto no solo entre israelíes y palestinos, sino también con países vecinos como Irán y el creciente papel de actores en la región. La tensión se intensifica, y la atención mundial se centra en cómo se desarrollan los eventos en los próximos días.