A partir de los 65 años, muchas personas enfrentan problemas relacionados con el desgaste de la columna vertebral, siendo la degeneración discal y el dolor crónico las molestias más comunes. Ante este creciente desafío, el Dr. Francisco Villarejo, jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario La Luz, ha diseñado un enfoque quirúrgico integral y moderno para tratar estas patologías y mejorar la calidad de vida de los pacientes en sus etapas más avanzadas.

La cirugía de columna no solo ayuda a aliviar el dolor, sino que también previene complicaciones severas, como la compresión medular, la cual puede mermar la movilidad y la independencia del paciente. Sin embargo, estas intervenciones requieren una gran precisión y experiencia médica, dada la complejidad de patologías como la espondiloartrosis, hernias discales, estenosis espinal, y fracturas por compresión.

El Dr. Villarejo enfatiza que, a pesar de lo debilitantes que pueden ser estos problemas, buscar la asistencia de expertos es crucial para asegurar un tratamiento seguro y exitoso. "Las cirugías de columna en ancianos requieren un enfoque adaptado a cada individuo, dado que su estado de salud puede verse afectado por otras condiciones como enfermedades cardiovasculares, diabetes u osteoporosis", aclara el doctor.

"Mi objetivo es restaurar la calidad de vida de mis pacientes, devolviéndoles la movilidad y la capacidad de llevar una vida activa, que es esencial para un envejecimiento saludable", añade.

Además, destaca la importancia de un diagnóstico preciso gracias al uso de tecnologías avanzadas, como resonancias magnéticas y radiografías, que permiten determinar el grado de degeneración de discos y articulaciones. "Estas herramientas son fundamentales para planificar cirugías como la discectomía o la laminectomía con gran precisión, minimizando riesgos y asegurando los mejores resultados de recuperación", explica el neurocirujano.

Es vital, según Villarejo, realizar un análisis exhaustivo para decidir si es necesaria una intervención quirúrgica o si se puede optar por un tratamiento conservador. Las cirugías se suelen indicar cuando hay un deterioro que impacta en la calidad de vida, como pérdida de fuerza o dolores que no mejoran con tratamientos estándar.

El desgaste en la columna no siempre es simplemente una consecuencia del envejecimiento, sino también de esfuerzos repetitivos, sedentarismo y condiciones de salud previas. "Por ello, evaluar al paciente de forma integral es crucial, teniendo en cuenta su historial y estilo de vida", subraya.

La presencia de enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad puede acelerar la degeneración, lo que resalta la importancia de contar con un cirujano especializado en el manejo de estos casos. "Una cirugía mal realizada puede resultar en graves consecuencias para el paciente", advierte el doctor.

La cirugía mínimamente invasiva se está consolidando como una opción cada vez más efectiva y segura para tratar problemas de columna en la tercera edad, permitiendo a los pacientes disfrutar de una vida activa y sin dolor. De acuerdo con estudios recientes, esta técnica conlleva menos complicaciones y un tiempo de recuperación más corto, brindando esperanza a quienes temen perder su autonomía.