Dos nuevos estudios revelan que una estrella que pasó cerca de nuestro Sistema Solar hace miles de millones de años podría ser la clave para entender las extrañas órbitas de algunos objetos más allá de Neptuno y el raro comportamiento de ciertas lunas de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Investigaciones recientes sugieren que esta estrella, al acercarse a nuestro vecindario cósmico, pudo haber perturbado la gravedad en nuestra región del espacio, llevando a las anomalías que hemos estado observando. Cabe destacar que esta interacción podría haber influido en la formación de cuerpos celestes no detectados hasta ahora, lo que abre la posibilidad de la existencia de exoplanetas ocultos en las lejanas fronteras de nuestro Sistema Solar.

Desde hace tiempo, astrónomos han notado patrones extraños en los objetos transneptunianos. La comunidad científica ha estado investigando diferentes hipótesis, pero esta en particular podría explicar no solo las órbitas singulares de esos objetos, sino también las extrañas trayectorias de algunas lunas que parecen desafiar las leyes de la física como las conocemos. El comportamiento anómalo de estos satélites ha llevado a muchos a cuestionarse la estabilidad de nuestro Sistema Solar y su formación.

La controversial teoría de que una estrella alienígena tuvo un impacto significativo en nuestra configuración actual plantea muchas preguntas sobre lo que realmente podría existir más allá de nuestro alcance actual. Los científicos ahora están ansiosos por estudiar más a fondo cómo estos encuentros interestelares raros podrían haber dejado su huella en nuestro vecindario galáctico.