¿Es peor dejar de fumar que seguir? La adicción y el dilema de la abstinencia
2024-11-04
Autor: Laura
En la actualidad, la cantidad de jóvenes que fuman tabaco ha ido disminuyendo, pero la popularidad de los cigarrillos electrónicos encierra un dilema: ¿es el vapeo una alternativa segura o simplemente un camino hacia nuevas adicciones? Los cigarrillos electrónicos, presentando un vapor que puede parecer inofensivo, en realidad conllevan riesgos poco conocidos que pueden interferir gravemente con la salud pública. Esto es lo que advierten investigadores de la Universidad de Murcia (UMU), entre ellos la profesora María Cristina Núñez, la profesora Victoria Gómez, y el investigador predoctoral Aurelio Franco. Ellos subrayan que tanto la nicotina como otros elementos presentes en el tabaco y los vapers tienen efectos concernientes tanto a corto como a largo plazo, lo cual plantea la pregunta: ¿es la abstinencia de nicotina la solución definitiva o nos lleva a enfrentarnos a problemas mayores que el propio consumo?
El dilema del tabaco y el vapeo
El tabaquismo continúa siendo uno de los retos más grandes para la salud pública a nivel global, y España no es la excepción, siendo el tabaco la segunda droga más consumida, solo detrás del alcohol. Aunque desde 2006 el consumo de tabaco entre adolescentes ha mermado, el uso de dispositivos de vapeo ha aumentado de manera alarmante en la última década. Si bien muchos adultos recurren a estos dispositivos para dejar de fumar, para los adolescentes el uso de vapers puede convertirse en una puerta de entrada hacia el tabaquismo clásico, como lo advierten los investigadores.
La supuesta seguridad asociada al vapeo proviene en parte de la apariencia de su vapor, que se asemeja a una nube de agua. Sin embargo, este vapor incluye elementos como glicerina y propilenglicol, que pueden dañar la salud. El propilenglicol, común en los cigarrillos electrónicos, provoca inflamación en los pulmones, añaden los científicos de la UMU.
Efectos de la nicotina
La nicotina es una sustancia con un alto potencial adictivo que afecta directamente al cerebro, y es la responsable del alto nivel de dependencia generado por el tabaco y los vapers. Cuando la nicotina ingresa al organismo, provoca la liberación de dopamina, el neurotransmisor asociado con la felicidad, lo que empuja a muchos a repetir el consumo. Sin embargo, advierten sobre los efectos perjudiciales del uso prolongado, que modifican los circuitos cerebrales y consolidan la dependencia.
Además, los efectos de la nicotina pueden ser más pronunciados en personas jóvenes. Según los expertos de la UMU, la exposición a la nicotina durante la adolescencia, cuando el cerebro aún se encuentra en desarrollo, puede incrementar el riesgo de enfermedades psiquiátricas y afectar la atención en la adultez, además de ser un factor que contribuye al deterioro cognitivo.
Aunque en adultos se ha observado una leve mejora cognitiva asociada al consumo de nicotina, los efectos adversos, como la inflamación arterial e incrementos en el riesgo cardiovascular y neurológico, superan con creces cualquier beneficio potencial. Por si fuera poco, tanto el tabaco como los vapers están compuestos de gases tóxicos y metales pesados que afectan severamente a los sistemas respiratorio, nervioso y cardiovascular, contribuyendo a un aumento en el riesgo de cáncer.
¿Es la abstinencia una opción viable?
Dejar el tabaco o el vapeo no es una tarea sencilla; a menudo, se pueden experimentar síntomas físicos y emocionales complicados. Los síntomas de abstinencia, como irritabilidad, ansiedad, insomnio y falta de concentración, pueden hacer que quienes intentan dejarlo se cuestionen si el sacrificio merece la pena. Además de estos síntomas emocionales, se pueden presentar efectos físicos, como estreñimiento y aumento de peso que complican aún más el proceso. Por ello, es vital evaluar los beneficios a largo plazo de la abstinencia y el impacto que puede tener en la calidad de vida.
Recientemente, se han lanzado programas de apoyo para quienes desean dejar el consumo de tabaco y vapers, destacando la importancia de un acompañamiento profesional en el camino hacia una vida sin adicciones. No solo se trata de una cuestión de salud individual, sino de un desafío colectivo que requiere atención a las políticas públicas y estrategias de prevención en las nuevas generaciones.