El mundo contemporáneo se encuentra en una fase de transformación rápida y constante. Los desafíos geopolíticos, como la reelección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, y los avances tecnológicos están cambiando nuestra realidad y condicionando nuestro futuro. Desde la crisis de Ucrania hasta tensiones en Oriente Medio, el escenario global es cada vez más inestable. A la par, la inteligencia artificial (IA) se posiciona como el motor de una economía automatizada que desafía el papel tradicional del ser humano, reconfigurando sectores clave como el educativo, el sanitario y muchos más.

En este marco de incertidumbre, el Evento Tendencias 2024, organizado por EL PAÍS en colaboración con varias entidades, reunió a figuras destacadas para explorar estos temas. Pepa Bueno, directora del diario, subrayó que “las nuevas tecnologías podrían abrirnos infinitas posibilidades”, pero también alertó sobre los “envoltorios engañosos” de algunos de estos avances, que pueden esconder riesgos persistentes que debemos ser capaces de discernir.

Un claro foco de atención fue Éric Sadin, filósofo y experto en tecnología, quien advirtió que “la IA modificará la naturaleza del ser humano”. En su intervención, Sadin destacó que la sofisticación de estas herramientas representa un desafío monumental para la humanidad. Con el primer aniversario del lanzamiento de ChatGPT a la vista, Sadin lo describió como un “punto de inflexión intelectual y creativo”, señalando que la velocidad de transformación de nuestras vidas cotidianas es alarmante. “Vivimos un periodo grave, aunque muchos parecen no darse cuenta”, aseguró, enfatizando una falta de comprensión sobre cómo las tecnologías digitales de las últimas dos décadas están influyendo en nuestra vida diaria.

Además, Sadin, en su reciente publicación *La vida espectral: Pensar la era del metaverso y las inteligencias artificiales generativas*, ahonda en cómo la inteligencia artificial toma decisiones. Puso como ejemplo a Waze, un sistema de navegación que no solo prevé el tráfico, sino que también sugiere rutas óptimas a los conductores. Esta dependencia de la IA, según él, plantea un cambio profundo en la relación del ser humano con la tecnología y la toma de decisiones, llevando a un fenómeno antropológico preocupante.

Por si fuera poco, el filósofo también cuestionó la influencia de la IA sobre nuestras decisiones cotidianas, como las compras. “¿Alguien ha escuchado a un legislador discutir cómo actúa la IA en los almacenes de Amazon?”, se preguntó Sadin, resaltando la ausencia de regulaciones claras que protejan al consumidor de una manipulación basada en recomendaciones algorítmicas que afectan nuestra autonomía personal.

El ingreso de la IA en el ámbito laboral

El impacto de la IA es palpable en todos los sectores, incluyendo las aulas y el sector salud, donde la interacción y el análisis de datos biométricos están dando forma a nuevas formas de gestión de empleados. Phoebe V. Moore, profesora de la Universidad de Essex, afirmó que la IA está cada vez más presente en el mundo laboral, con evidencia de que grandes empresas están utilizando datos biométricos en sus operaciones, lo que requiere una supervisión más estricta y una protección efectiva de los derechos de los trabajadores.

Por otro lado, la IA está revolucionando la medicina, específicamente en el área del cáncer, con avances en diagnóstico y tratamiento que antes eran impensables. Miguel Luengo-Oroz, CEO de Spotlab.ai, destacó que la IA ha dotado a los profesionales de la salud de “superpoderes”, modificando la práctica médica diaria. También mencionó el empoderamiento del paciente, que ahora actúa como un actor informado en la toma de decisiones médicas.

El futuro de la IA se mantiene como un tema candente y polémico. Las discusiones sobre su implementación ética y responsable serán clave para asegurar que estos avances beneficien al conjunto de la sociedad y no exacerben desigualdades existentes. En un mundo donde la inteligencia artificial juega un papel cada vez más relevante, el diálogo sobre nuestras opciones, derechos y la dirección hacia la que avanzamos es más crucial que nunca.