Junqueras, el claro favorito

Oriol Junqueras, líder histórico del movimiento independentista catalán y figura central del 'procés', se perfila como el favorito para retomar la presidencia de ERC. Junqueras, quien fue vicepresidente del Govern durante el referéndum del 1 de octubre de 2017, ya ha liderado ERC entre 2011 y julio de 2023. A pesar de su condena a trece años de prisión por sedición y malversación, de los cuales cumplió tres años y ocho meses, y su actual inhabilitación hasta 2031, mantiene un fuerte apoyo dentro de las bases del partido.

Se enfrenta en estas elecciones a Godàs, un sociólogo y exalcalde de Vilassar de Dalt (Barcelona) que, aunque no posee cargos orgánicos en ERC, cuenta con el respaldo de figuras clave como la secretaria general saliente, Marta Rovira, y el ex presidente Pere Aragonès, quienes se muestran como rivales de Junqueras.

La dirección que tome ERC tras estas elecciones es crucial. La formación no solo tiene la llave de la gobernabilidad en Cataluña, sino que también sostiene al Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso con siete votos críticos. Además, deben decidir si aceptan un papel en el gobierno municipal de Barcelona, lo cual podría impactar en su estrategia política.

Crisis y desafíos internos

Sin embargo, ERC atraviesa una crisis interna notable. Desde 2019, el partido ha perdido más de 1.500 militantes y medio millón de votos, lo que resalta la necesidad de una renovación en su liderazgo. Cada candidatura a la ejecutiva nacional se compone de 28 miembros, con un equilibrio de género, lo que refleja un esfuerzo por modernizar el partido.

Esta será la tercera vez que los militantes de ERC votan telemáticamente, un método que ha sido adoptado en las elecciones de 2019 y 2022. Las votaciones comenzaron a las 09:00 horas, y el anuncio de resultados se espera para las 20:00 horas en la sede del partido.

La elección de la nueva dirección se enmarca en el 30 congreso nacional de ERC, que se extenderá hasta marzo de 2024, ya que el nuevo ejecutivo deberá definir una hoja de ruta política y estratégica que será validada durante este periodo. Con tensiones internas y la presión de un electorado insatisfecho, el futuro de ERC y su relevancia en la política catalana están en juego.