País

Enrique Ruano: la muerte que desató el clamor contra la dictadura y que marca el inicio de 'Las abogadas'

2024-09-25

La trágica muerte de Enrique Ruano

La trágica muerte de Enrique Ruano agitó a toda España en un momento crítico de su historia.

Detención y circunstancias de su muerte

El 17 de enero de 1969, Enrique fue detenido junto con tres compañeros: José Bailo Ramonde, Abilio Villena Pérez y su novia, Lola González. Durante un registro de sus pertenencias, la policía confiscó lo que llamaron 'documentación subversiva' y unas llaves de un apartamento en la Calle General Mola (actualmente conocida como Príncipe de Vergara). Curiosamente, a pesar de que era Lola quien tenía las llaves, la Brigada Político-Social decidió que Enrique debería acompañarlos a registrar el apartamento.

El 20 de enero de 1969, tras tres largos días de detención en la Dirección General de Seguridad (DGS), Enrique fue llevado al apartamento bajo la vigilancia de tres agentes. Según la versión oficial, Ruano “de manera repentina emprendió una corta carrera hacia la salida de la casa y, sin llegar a la escalera, se arrojó a un patio interior, falleciendo en el acto”. El régimen lo clasificó como suicidio, pero las circunstancias resultaron confusas. La familia de Enrique no tuvo acceso al cuerpo ni a detalles de la autopsia, lo que alimentó aún más las dudas en torno a su muerte.

Manipulación de información

La gestión de la muerte de Ruano fue un episodio sombrío que fue más allá de las declaraciones oficiales. Dos días después del incidente, un periódico leal al régimen publicó un supuesto diario de Enrique en el que supuestamente manifestaba pensamientos suicidas, atribuidos a problemas en su relación con su novia Lola y su amigo Javier. Sin embargo, este "diario" no era más que un extracto descontextualizado de una carta dirigida a su psiquiatra, manipulada para justificar la versión oficial del suicidio.

Impacto y legado de su muerte

La muerte de Enrique Ruano provocó una ola de movilizaciones sociales en todo el país bajo la consigna “A Enrique Ruano lo han asesinado”, marcando un punto de inflexión en la lucha contra la represión franquista. Las protestas se extendieron rápidamente, siendo una de las primeras en expresar el desprecio social hacia el régimen. La respuesta de las autoridades fue drástica; se declaró el estado de excepción en toda España, intensificando así las detenciones y la represión contra quienes se atrevían a cuestionar al gobierno.

Este trágico evento no solo puso en evidencia las atrocidades del régimen, sino que también inspiró a generaciones posteriores a luchar por la verdad y la justicia. En el contexto de la obra 'Las abogadas', la figura de Enrique Ruano se convierte en un símbolo de resistencia y lucha por los derechos humanos en una época oscura de la historia española.