
¡El sorprendente factor que podría causarte un ictus sin que lo sepas!
2025-04-17
Autor: Lucia
Una historia impactante de supervivencia en Bilbao
Iñigo Uriarte, un hombre de Bilbao de 45 años, despertó un día como cualquier otro. Sin embargo, su rutina se transformó drásticamente cuando, tras un día ajetreado, sufrió un ictus que cambió su vida para siempre. En un relato desgarrador, Iñigo describe cómo un intenso pitido en sus oídos y un fuerte dolor en su cabeza lo llevaron al suelo, incapaz de moverse o hablar con claridad. "Me tiré al suelo y traté de arrastrarme, sabía que algo muy grave estaba sucediendo", compartió en una entrevista.
Actuar rápido: la clave para sobrevivir
El tiempo es un factor crucial en el tratamiento del ictus. En las primeras 4 horas tras los primeros síntomas, las acciones que tomes pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Afortunadamente, Iñigo tuvo su teléfono móvil a mano, lo que le permitió realizar dos llamadas de emergencia. Con gran esfuerzo y balbuceos, logró dar su ubicación y pedir ayuda. Lo que parecía un día normal se tornó en una batalla por su vida.
Un riesgo oculto: el estrés
Históricamente, se piensa que el ictus es una condición que afecta principalmente a personas mayores, pero cada vez más jóvenes, sin factores de riesgo aparentes, están experimentando esta crisis. "Yo era un apasionado del deporte, tenía un estilo de vida saludable, excepto por un aspecto: el estrés", confesó Iñigo. Ahora, dedica su vida a concientizar sobre el ictus y la importancia de detenerse en medio del caos diario.
Consejos para combatir el estrés y prevenir el ictus
Iñigo enfatiza lo crucial que es aprender a tomar pequeñas pausas en nuestro día a día. Vivir aceleradamente como si cada minuto contara es peligroso. De acuerdo con él, debemos aprender a espaciar nuestras tareas y encontrar tiempo para respirar. Su cambio de perspectiva es una lección vital para todos aquellos que se enfrentan a un estilo de vida frenético.
Las secuelas de un ictus: más que lo físico
El impacto de un ictus no solo se limita a las secuelas físicas. Iñigo también habla de lo difícil que es sentirse distinto en el mismo cuerpo. Tras su experiencia, se encontró con historias de otros sobrevivientes que le inspiraron. Uno de ellos es Julio Agredano, quien también sufrió un ictus y ahora es presidente de la Fundación Freno al Ictus.
Un futuro esperanzador
Agredano señala que cada año ocurren unos 120,000 ictus en España y se espera que esta cifra aumente en un 35 % en la próxima década. Sin embargo, el 90 % de estos casos son previsibles. Esto resalta la importancia de adoptar hábitos de vida saludables. Lo más esperanzador es el mensaje de que "después del ictus, hay vida y hay muchas formas de mejorar, especialmente emocionalmente".
Ambos hombres, Iñigo y Julio, están comprometidos a ayudar a otros a navegar por su recuperación, demostrando que incluso en las situaciones más adversas, la esperanza y la recuperación son posibles.