En una mañana marcada por la tristeza y el descontento, los Reyes de España fueron recibidos de manera tensa durante su visita a Paiporta, donde se vieron las devastadoras consecuencias de la DANA. Felipe VI compareció en el Centro de Emergencias de la Generalitat Valenciana, enfatizando la necesidad de entender "el enfado y la frustración" de los ciudadanos afectados, quienes han tenido que vivir momentos difíciles y han encontrado complicado comprehendere cómo funcionan los mecanismos de emergencia.

Acompañado por la reina Letizia, el monarca habló a los trabajadores del centro, subrayando que este es el corazón de la respuesta institucional ante un "desastre monumental que ha afectado a tantas vidas y modos de vida". "Es esencial", dijo Felipe VI, "darles esperanza a quienes lo han perdido todo y garantizarles que el Estado está aquí para apoyarlos en todo momento".

El Rey se mostró optimista, afirmando que "cada día la situación va a mejorar". También destacó el trabajo extraordinario que se ha estado realizando, diciendo: "Sé que estos días son agotadores, que el tiempo es limitado y la necesidad apremiante. Gracias por su esfuerzo y dedicación".

Sin embargo, esta visita fue marcada por un incidente lamentable. La llegada de los Reyes y el presidente del Gobierno fue recibida con gritos de protesta y objetos arrojados, como barro, por parte de algunos ciudadanos enojados. "Asesinos, asesinos", vociferaron, reflejando la impotencia y el dolor que sienten ante la catástrofe.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, también enfrentó la ira de los manifestantes, quien tuvo que abandonar el lugar bajo escolta debido a la tensión. Este episodio ha sido ampliamente cubierto por los medios, incluso a nivel internacional, señalando la aguda crisis que vive la región.

Felipe VI acabó su intervención reiterando la importancia de que los ciudadanos sientan que el Estado está trabajando de manera eficaz en la recuperación. Esta situación resalta no solo la necesidad de respuesta inmediata, sino también de una mayor gestión en la comunicación y la empatía hacia los afectados.