País

¡El PSOE de Extremadura en Crisis: El Poder de Sánchez se Desmorona!

2025-05-26

Autor: Carlos

El apellido Sánchez marca una era de debilidad sin precedentes para el PSOE en Extremadura. Con el presidente del Gobierno acercándose a los independentistas, la aprobación casi sorprendente de un Fernández Vara, que antes criticaba esta actitud, ha causado estragos. Las promesas incumplidas son un lastre en una región rezagada en el mapa político nacional.

La pérdida de la presidencia de la Junta de Extremadura y la salida de Fernández Vara, quien también enfrentaba problemas de salud, han dejado el camino despejado para Miguel Ángel Gallardo. Sin embargo, él ha fallado en inspirar al partido, debilitando las ya frágiles esperanzas de un PSOE que se siente ausente de su histórico dominio.

A pesar de ganar dos primarias en un año, Gallardo no ha logrado convencer ni a sus propios compañeros. Su asociación con David Sánchez, quien fue señalado por una contratación controversial en 2017 y ahora enfrenta serios problemas legales, lo ha colocado en una posición aún más comprometida.

Gallardo desea protegerse legalmente, sacrificando a varios de sus compañeros, lo que ha fracturado la ya inestable armonía dentro del partido. Su cambio de postura repentino ha desatado críticas y un ambiente de inseguridad entre los militantes.

¿Una provincia en plena rebelión?

Gallardo se enorgullece de sus victorias en las primarias, pero no puede ocultar que su popularidad ha caído estrepitosamente en la provincia de Cáceres. Aunque tiene un sólido soporte en Badajoz, no ha logrado convencer al resto de los miembros del partido.

Las concesiones que intenta hacer hacia los socialistas cacereños han resultado insuficientes. Miguel Ángel Morales, el poderoso presidente de la Diputación de Cáceres, ha denunciado abiertamente las acciones de Gallardo y se ha mostrado preocupado por el estado del PSOE en Extremadura.

Por otro lado, José Luis Quintana, delegado del Gobierno, ha sido crucial en las disputas internas, bloqueando decisiones que podrían haber alineado más posiciones a favor de Gallardo. Esta situación surrealista, cargada de tensiones y contradicciones, pone de manifiesto el profundo desencanto dentro del partido.