El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha lanzado un fuerte mensaje en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, señalando que la solución a la competitividad en Europa «no puede venir del gas». En un contexto donde el hidrógeno verde parece haber perdido impulso, Galán subrayó la importancia crucial de la energía nuclear para satisfacer la demanda creciente y adaptarse a nuevos usos eléctricos.

Durante su intervención, Galán abogó por que los países en condiciones de orquestar la inversión en infraestructura energética avancen en la construcción de nuevas centrales nucleares, defendiendo la necesidad de mantener en funcionamiento las que ya operan. «No sé si es el momento de construir una nueva central nuclear o no», comentó, añadiendo que países como Francia están en la capacidad de realizar estas inversiones.

El presidente de Iberdrola remarcó que las plantas nucleares actuales han demostrado ser seguras y eficientes, y son esenciales para mantener la energía disponible las 24 horas, especialmente para sectores que requieren una alimentación continua, como los centros de datos.

A lo largo del debate, enfatizó la necesidad de que Europa se vuelva más autosuficiente energéticamente, resaltando que el continente carece de recursos significativos de gas y petróleo, pero cuenta con abundantes fuentes de energía renovable como el viento y la energía hidroeléctrica. Esta mayor autonomía podría otorgar a la UE una competitividad renovada en el escenario mundial, aunque insistió en que depender del gas no es la solución.

Galán también apuntó que el impulso hacia el hidrógeno ha disminuido desde que las empresas comenzaron a planificar inversiones de gran envergadura. «La sensación es que estamos agregando demasiados colores al hidrógeno: hoy verde, gris, azul, rosa... Demasiados colores. Es una pena, porque esto representa una oportunidad para disminuir nuestra dependencia energética externa», expresó.

En un giro provocador, lamentó que, a pesar de que Europa se ha posicionado como abanderada de la economía verde, se encuentre rezagada frente a naciones a las que usualmente critica por su contaminación, como China, que ya electrifica cerca del 30% de su economía. "Podemos electrificarnos fácilmente. Ser más eficientes implica menores costos. Debemos actuar ya en la implementación de soluciones energéticas diversas y sostenibles", concluyó.

El llamado de Galán es claro: la crisis energética mundial demanda que Europa reevalúe y simplifique su enfoque hacia la transición energética, priorizando soluciones prácticas y realizables.