El Partido Popular (PP) liderado por Alberto Núñez Feijóo se muestra cauteloso y evita ofrecer un apoyo contundente al presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón. Esta indecisión quedó patente en declaraciones realizadas por Miguel Tellado, portavoz del partido en el Congreso, y recientemente por Borja Sémper, portavoz nacional del PP. La controversia surge tras conocerse que Mazón estuvo en una comida con una periodista el día en que la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) azotó la región, causando estragos en Valencia.

Durante la rueda de prensa del lunes, Sémper fue cuestionado sobre las decisiones políticas de Mazón el 29 de octubre, momento crítico cuando el temporal se intensificó. El portavoz del PP enfatizó que "habrá tiempo para los análisis", reiterando que Mazón comparecerá ante el Parlamento valenciano el próximo jueves. Sémper destacó la importancia de este evento político, diferenciando a Mazón de otros políticos, al afirmar que "realmente está dispuesto a rendir cuentas sobre su gestión".

El portavoz del partido indicó que "no es el momento" para analizar las responsabilidades políticas en relación con la gestión de la DANA, tanto en la Generalitat como en el Gobierno central. Sin embargo, el PP mostró su apoyo a los dos reales decretos ley que Pedro Sánchez ha propuesto para proporcionar ayudas económicas a los afectados por la catástrofe. Sémper, en un intento de mantener la cohesión del partido, aseguró: "No vamos a entrar en polémicas ni a contribuir a la toxicidad de la política española en momentos difíciles".

Fuentes internas del PP, que prefirieron permanecer en el anonimato, afirmaron que el apoyo nacional hacia Mazón está presente, pero insisten en contextualizar su relación con la periodista, ya que el presidente de la Generalitat había indicado que las condiciones meteorológicas mejorarían hacia la tarde. Sin embargo, según estas mismas fuentes, la gestión de la crisis dejó mucho que desear, señalando fallas en la respuesta del Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de la Ministra de Defensa, Margarita Robles, así como en las predicciones meteorológicas de la vicepresidenta Teresa Ribera, quien será interrogada en el Parlamento Europeo este martes.

En este contexto, es evidente que la crisis climática está forzando a los políticos a actuar con mayor transparencia y rendir cuentas de sus decisiones. Con el reloj en contra y la presión de la ciudadanía, parece que cada acción será scrutinizada más que nunca en esta nueva era de responsabilidad política.