En un giro inesperado de los acontecimientos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comenzado una serie de reuniones con los presidentes autonómicos para abordar problemas clave en cada región. Estos encuentros se producen tras el polémico acuerdo entre el PSC y ERC que permitirá a Salvador Illa ser el nuevo President de la Generalitat, un cambio que hará que Cataluña gestione el 100% de sus impuestos, generando un descontento palpable entre otras comunidades autónomas.

El Partido Popular (PP) ha expresado su desacuerdo con este pacto y ha instado a Sánchez a convocar de manera urgente una Conferencia de Presidentes, un órgano que consideran esencial para debatir sobre una financiación autonómica más justa. Los primeros en llegar a Moncloa han sido Imanol Pradales de Euskadi, Alfonso Rueda de Galicia, y Juanma Moreno de Andalucía. Este último no ha dudado en calificar las reuniones como decepcionantes, afirmando que "me voy con las manos vacías" tras no lograr avances concretos.

Desde el Gobierno, sin embargo, se ha aclarado que tal Conferencia no es el lugar idóneo para discutir cuestiones financieras. No obstante, han admitido que si el PP desea incluir este tema en el orden del día, puede hacerlo. Mientras tanto, la fecha de la próxima Conferencia de Presidentes sigue sin concretarse, aunque se espera que se realice en Cantabria. El ministro Ángel Víctor Torres ha confirmado que antes de que termine septiembre, se convocará una comisión preparatoria para sentar las bases del encuentro.

Además, el Gobierno ha instado a Rueda y Moreno a apoyar un camino hacia la estabilidad con la finalidad de aprobar los presupuestos de 2025 y así asegurar más fondos para las comunidades autónomas. Sin embargo, el clamor entre los líderes del PP es claro: exigir la eliminación del cupo catalán, ante el temor de que la gestión de la financiación se centralice aún más.

Por otro lado, Imanol Pradales salió optimista de su encuentro con Sánchez y confirmó que en las próximas semanas se llevará a cabo otra reunión bilateral para acelerar las transferencias pendientes entre el Gobierno y el ejecutivo vasco. Este avance podría ser clave para mejorar la relación entre ambas administraciones y solucionar viejos conflictos.

En conclusión, el escenario político se complica y los próximos días serán decisivos. ¿Logrará Sánchez unir a las comunidades autónomas en torno a un pacto justo de financiación? La presión aumenta sobre el Presidente mientras el reloj avanza hacia una nueva Conferencia de Presidentes que promete ser histórica! ¡Mantente atento!