El plan olvidado de 2007 que pudo prevenir la tragedia de la DANA: ¿Por qué no se implementó?
2024-11-05
Autor: Francisco
Las localidades afectadas por la terrible DANA comparten un elemento en común: el barranco del Poyo, que pasó de estar seco a registrar asombrosos 2.230 metros cúbicos por segundo en tan solo una semana.
En Chiva, el desbordamiento del barranco resultó en la demolición de edificios y llevó al desalojo de más de 130 vecinos ante el inminente riesgo de derrumbes. Incontables viviendas quedaron aisladas y de difícil acceso, mientras el ayuntamiento instaba a los ciudadanos a no transitar por las zonas de peligro. Durante este catastrófico fenómeno, se registraron más de 600 litros de lluvia en solo cuatro horas, una cifra comparable a eventos climáticos extremos como un ciclón tropical.
Torrent, por su parte, sufrió uno de los golpes más duros, con la fuerza del agua derribando columnas de un puente clave que conecta la localidad con Valencia. Entre los desaparecidos se encuentran Izan y Rubén, dos hermanos de 5 y 3 años, quienes se perdieron en medio de la inundación. La reacción de la alcaldesa de Torrent fue decidida, organizando esfuerzos de rescate y alertando a la población sobre el peligro inminente.
En un lamentable giro de los acontecimientos, Paiporta experimentó inundaciones devastadoras en tan solo media hora, que resultaron en la trágica pérdida de 62 vidas. Las infraestructuras municipales sufrieron daños irreparables y el personal de emergencia trabaja bajo una intensa carga emocional para ayudar a los afectados. En esta localidad, el caudal del barranco alcanzó cifras escalofriantes de 2.300 metros cúbicos por segundo.
Massanassa, que ya había vivido desbordamientos en el pasado, se encuentra en estado de alerta máximo y teme que este evento catastrófico no sea el último que enfrenten sus vecinos.
La pregunta que surge es: ¿cómo podemos prevenir que esto vuelva a suceder?
Expertos consultados en laSexta Clave señalan que la región ha sido objeto de estudio desde la década de 1990, existiendo planes específicos y soluciones concretas que aún esperan ser implementados. Lamentablemente, estos planes han quedado en el olvido.
Desde 2007, la Confederación Hidrográfica del Júcar cuenta con un plan diseñado para mitigar los daños que la DANA ha causado recientemente. Muchos consideran esta tragedia como "un desastre anunciado", dado que la zona ha sido identificada como de alto riesgo de inundaciones por las autoridades.
A pesar de la evidente vulnerabilidad de la región, los expertos han propuesto soluciones durante años, incluyendo la instalación de micropresas y la reforestación en las laderas del barranco del Poyo, una estrategia vital para evitar la erosión y manejar de forma más efectiva el flujo de agua.
En las zonas más bajas, donde las inundaciones han sido más devastadoras, el plan original contemplaba la creación de corredores verdes que capturarían y dirigirían el agua hacia un nuevo cauce del río Turia. Sin embargo, estas medidas siguen siendo propuestas sin ejecución.
Así, nos encontramos en un momento crucial reflexionando sobre cómo una serie de decisiones no tomadas han llevado a una crisis que podría haberse evitado. Es un llamado de atención para que las autoridades asuman responsabilidades y actúen antes de que la historia se repita.