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El nuevo perfil político de Felipe VI: ¿un cambio radical en la Casa Real?

2024-12-23

Autor: Laura

En una monarquía parlamentaria como la española, es ampliamente conocido que el rey reina pero no gobierna. Su papel se limita a ser el jefe del Estado, símbolo de unidad y moderador del funcionamiento institucional. Sin embargo, con la llegada de Camilo Villarino como nuevo jefe de la Casa Real en sustitución de Jaime Alfonsín, se ha comenzado a vislumbrar un nuevo perfil político de Felipe VI que ha generado inquietud en algunos sectores.

Uno de los momentos más comentados fue su discurso en diciembre en la Cámara de los Diputados de Italia. Fue un hecho histórico, pues era la primera vez que unos reyes ocupaban ese lugar en un país que en su historia reciente ha vivido dictaduras. Lejos de ser un simple protocolo, sus palabras resonaron al advertir sobre el peligro del pasado: "No debemos repetirlo ni siquiera como caricatura". Llamó a afianzar la democracia y los derechos humanos, recordando la memoria histórica de naciones que han sufrido bajo regímenes totalitarios.

Sin embargo, su decisión de no asistir a la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre Dame en París desató una ola de críticas. Si bien la Casa Real argumentó que fue por asuntos de agenda, la oposición, liderada por Alberto Núñez Feijóo del PP, no tardó en sacar rédito político de esta situación, acusando al Gobierno de falta de representación internacional. Esta ausencia fue percibida como un desliz de comunicación entre la Casa del Rey y el Gobierno, lo que deja entrever tensiones en el manejo de la diplomacia nacional.

Otro incidente que exacerbó el debate fue la reciente visita de Felipe VI y Letizia a las zonas afectadas por la Dana en Valencia, donde se vieron envueltos en una situación incómoda: el presidente Pedro Sánchez tuvo que abandonar el lugar bajo críticas feroz, mientras que los reyes continuaron su recorrido, lo cual generó una comparación entre un monarca "que da la cara" y un presidente "que huye". Estas imágenes de los reyes consolando a las víctimas se han convertido en un símbolo, aunque algunos críticos han cuestionado la conveniencia de tales actos en situaciones tan delicadas.

A medida que los rumores crecen, surge la pregunta de si Villarino es la causa o la consecuencia de este nuevo enfoque político. Mientras algunos aseguran que Villarino está impulsando un perfil más activo para la monarquía, hay quienes argumentan que este cambio puede sobrepasar las competencias constitucionales de Felipe VI, pudiendo atraer problemas para la institución.

Con un enfoque en la cercanía y la "interacción ciudadana", Villarino reconoce que su objetivo es revitalizar la imagen de la monarquía. Pero este camino podría resultar peligroso si se considera que Felipe VI comienza a involucrarse demasiado en la política, en lugar de mantenerse al margen como exige la Constitución.

El futuro de la Casa Real se presenta incierto. Mientras algunos celebran la aparente modernización de la imagen de la monarquía, otros advierten de los riesgos que conlleva un involucramiento más directo en la política. Sin duda, el papel del rey está en la encrucijada, y los pasos que dé en los próximos meses redefinirán su legado.