El Misterioso Club de los 27: ¿Realidad o Mito?
2024-11-04
Autor: Carmen
El fenómeno conocido como el Club de los 27 ha capturado la imaginación del público durante décadas, impulsando la idea de que muchos artistas famosos mueren a esta temprana edad. A pesar de que las estadísticas no respaldan esta creencia, la coincidencia de las muertes de iconos como Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison en la misma franja etaria durante los años 70 ha creado un aura de fatalismo en torno a los 27 años. Este mito fue avivado nuevamente con la trágica muerte de Amy Winehouse en 2011.
Un reciente estudio publicado en PNAS, liderado por Zackary Okun Dunivin de la Universidad de Indiana, refuta la noción de que la maldición del Club de los 27 tenga una base empírica. Este trabajo revela que, aunque no hay un incremento en la mortalidad de artistas a los 27 años, aquellos que han muerto a esta edad son notoriamente destacados en comparación con otros fallecidos jóvenes.
Dunivin enfatiza que el Club de los 27 es más bien una construcción social que refiere a un fenómeno cultural derivado de eventos aleatorios. Según él, la recurrente tragedia de estos acontecimientos ha generado una narrativa que incoherentemente asocia muertes de artistas de diferentes géneros y épocas, creando mitos alrededor de su legado.
A medida que se suman más nombres al listado del Club de los 27, como Kurt Cobain y Jean-Michel Basquiat, la atención mediática crece. Este círculo abarca no solo músicos, sino también figuras culturales importantes, incluyendo escritores como Mariano José de Larra y la cantante española Cecilia.
El estudio señala que si bien puede haber más fallecimientos entre artistas jóvenes en las décadas de los 70 y 80, esto no es exclusivo a la edad de 27 años. De hecho, la mejora en los tratamientos de drogodependencia y la evolución de la escena musical han contribuido a una disminución general de muertes en esa demografía en años posteriores.
Dunivin apela al Teorema de Thomas, que sugiere que la percepción de una situación puede influir en sus consecuencias. Por ende, la lluvia de atención mediática hacia los artistas que mueren a los 27 ha reforzado y perpetuado el mito del Club.
El estudio no intenta validar la existencia del club, sino ilustrar cómo un mito puede generarse rápidamente y tener un impacto cultural significativo, incluso sin fundamentos sólidos. Según Dunivin, la naturalización y la popularidad de la narrativa del Club de los 27 ha creado un fenómeno cultural que, aunque no se justifique por los hechos estadísticos, se manifiesta de manera poderosa en la conciencia colectiva.
Por último, es interesante notar que mitos similares han surgido en otros contextos culturales. Por ejemplo, el asedio romano a Masada, que se creía prolongado durante tres años, se ha revelado, a través de análisis actualizados, como un evento que duró solo unas semanas. O la idea errónea de que la Isla de Pascua fue devastada por la tala de árboles, cuando investigaciones recientes sugieren que sus problemas ecológicos estaban relacionados con prácticas sostenibles amenazadas por limitaciones estructurales.
El Club de los 27 es un buen recordatorio de que muchas de nuestras creencias sobre la cultura y la historia pueden no ser más que narrativas atractivas, carentes de base objetiva, que se expanden y se perpetúan en nuestra sociedad.