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El legado del icónico DS en 70 años: obra de arte, estrella de cine o vehículo presidencial

2025-01-27

Autor: Laura

El 7 de octubre de 1969, la historia del automóvil dio un giro decisivo con la fabricación del millonésimo DS en la histórica fábrica de Javel. Este DS 21 Pallas Inyección Electrónica, de un elegante color Sable metalizado, fue presentado en el Salón del Automóvil de París, donde se reservó un lugar especial para él. Un joven ingeniero, Gilles Delègue, se convirtió en el afortunado ganador de este tesoro automovilístico.

A lo largo de sus 20 años de carrera, el DS evolucionó, introduciendo mejoras que lo mantuvieron a la vanguardia. Durante 1970 y 1971, se implementaron cambios significativos en su transmisión, incluyendo mejoras en la caja de cambios que pasaron de ser de cuatro a cinco velocidades y la incorporación de una caja automática. Antes de su despedida definitiva en julio de 1975, el DS 21 fue reemplazado por el DS 23, que presentaba un motor de 2.347 cc y lograba hasta 190 km/h.

El DS fue un hito en la historia del automóvil desde su lanzamiento en 1955. Concebido por Pierre Boulanger y desarrollado por un talentoso equipo de ingenieros, el DS 19 fue la joya de Citroën. Con sus líneas futuristas y su tecnología innovadora, incluyó una suspensión hidroneumática que ofrecía una comodidad y un agarre sin igual. Este automóvil no solo capturó la atención del público, sino que también se convirtió en símbolo de la elegancia francesa, siendo exportado a múltiples países y conquistando a una base de fanáticos que lo veneraban.

Una de las características más admiradas del DS fue su rendimiento en competencias. Desde su debut en el rally más prestigioso en 1956, donde se alzó con el primer lugar en su categoría, el DS continuaría su legado de victorias en los años siguientes, mostrando su capacidad tanto en carreteras como en pistas de carreras.

En 1958, la versión DS 19 Prestige fue lanzada con lujos adicionales, destinada para los líderes políticos y figuras influyentes, con un diseño de alta gama que incluía intercomunicadores y radio. Este modelo no solo simbolizaba el poder, sino que también establecía un estándar en la industria automotriz.

El DS también cautivó a los amantes del cine, convirtiéndose en el protagonista de numerosas películas, especialmente en la década de 1960, donde su estética vanguardista era perfecta para retratar el glamour de la época.

La influencia del DS se extendió más allá de la carretera; fue utilizado como vehículo presidencial en Francia, donde los presidentes lo eligieron por su lujo y comodidad. La limusina DS, desarrollada por Henri Chapron, se convirtió en un símbolo del poder estatal, ofreciendo instalaciones de primera calidad que la hacían destacar entre todos los automóviles del mundo.

Hoy en día, el legado del DS vive en el corazón de coleccionistas y entusiastas, y su diseño continúa influyendo en la producción automotriz moderna. Se recuerda como una obra maestra que no solo revolucionó el mundo del automóvil, sino que también dejó una marca indeleble en la cultura popular, desde su impresionante debut en el Salón del Automóvil de París hasta su aclamado estatus actual como un ícono del diseño y la ingeniería automotriz.