
El inesperado lado personal de Pepa Bueno: su dura adolescencia y su relación con Manuela
2025-09-01
Autor: Lucia
Descubre la faceta más íntima de Pepa Bueno
Pepa Bueno, uno de los rostros más reconocibles del periodismo en España, no solo cautiva en pantalla. A medida que regresa como presentadora del 'Telediario 2' de RTVE, también se abren las puertas a su vida personal, revelando un trasfondo conmovedor que pocos conocen.
Una infancia marcada por el teatro y el dolor
Originaria de Badajoz, Pepa nació en 1963 en el seno de una familia modesta. Desde joven, su amor por el teatro fue su refugio en un entorno de dificultades. Sin embargo, su adolescencia fue un verdadero desafío. Pepa misma lo ha reconocido: "Tuve una adolescencia terrible. Era la clásica joven que ningún padre querría tener. Experimenté una pubertad complicada que me llevó a momentos oscuros".
El camino hacia el periodismo
Después de superar sus problemas personales, Pepa se trasladó a Madrid para estudiar en la Universidad Complutense. La muerte de su madre la llevó de regreso a su ciudad natal, donde se dedicó a cuidar de su familia en un momento tan doloroso.
El vínculo con su hija Manuela: amor y protección
Su carrera floreció después de mudarse a Teruel, donde conoció a su exmarido, José Ángel García Longás, con quien tuvo a su única hija, Manuela. En una emotiva entrevista, Pepa describió a su hija como una artista con una fuerte sensibilidad, pero también reflexionó sobre los retos de su profesión: "Siempre vi a mi madre trabajando tarde, lo que hizo que rechazara esa vida".
Manuela: un futuro lleno de posibilidades
A sus 25 años, Manuela ha elegido estudiar en Estados Unidos, contemplando carreras como Psiquiatría y Relaciones Internacionales, manteniendo un perfil bajo a pesar de la fama de su madre. La relación entre madre e hija sigue siendo intensa y revela un amor incondicional a pesar de los desafíos.
Pepa Bueno en el centro de la atención
Mientras el verano trae cambios a la televisión, la historia personal de Pepa Bueno se convierte en un recordatorio de que, a pesar de la fama y el éxito, cada individuo lleva consigo una historia única llena de altibajos.