Durante años, el panorama del hidrógeno verde se ha presentado como una baza clave para la transición energética, especialmente en Europa. En un contexto donde se anhelaba que el costo de esta fuente de energía renovable fuese competitivo con los combustibles fósiles para 2030, los últimos datos revelan una realidad más compleja en la península ibérica.

El 16 de diciembre, se lanzó el primer índice ibérico del precio del hidrógeno renovable, conocido como MIBGAS, que marca el precio inicial en 148,36€/MWh (equivalente a 5,8€/kg). Esta cifra resulta chocante, especialmente considerando que el precio del gas natural se sitúa en alrededor de 45,83€/MWh, lo que demuestra que, en términos energéticos, el hidrógeno verde aún está muy por encima de lo que muchos esperaban.

Los elevados costos de producción son una de las principales razones tras este precio. Factores como la generación de electricidad renovable, la falta de infraestructuras adecuadas para el almacenamiento y la logística, y una demanda todavía débil, son cuestiones que influyen negativamente.

Recientemente, el índice MIBGAS IBHYX ha establecido este precio mínimo de venta, requerido para que los productores obtengan rentabilidad en la península. Este índice se basa en normas marcadas por la Unión Europea que definen el coste del hidrógeno renovable RFNBO (Combustible renovable de origen no biológico), lo que da solidez y transparencia a las cifras presentadas. Las actualizaciones semanales permitirán a productores y consumidores tener una mejor referencia, lo que podría facilitar el desarrollo de este mercado emergente.

A pesar de los desafíos actuales, el futuro se presenta prometedor para España y Portugal. La península ibérica posee condiciones excepcionales para la generación de energía renovable gracias a su alta irradiación solar y capacidades eólicas. Esto la posiciona como una región competitiva para la producción de hidrógeno verde.

Además, la situación geoestratégica de España y Portugal es crucial. La expansión del corredor H2Med podría abrir caminos para que la península actúe como un hub energético que conecte Europa con África, permitiendo la exportación de hidrógeno a mercados internacionales. Sin embargo, será fundamental continuar invirtiendo en infraestructura y desarrollar políticas efectivas que fomenten la competitividad y, sobre todo, reduzcan los costes de producción.

En resumen, el índice IBHYK establece por primera vez precios reales sobre las proyecciones iniciales, iluminando el camino en un sector que aún tiene mucho margen de crecimiento. Con los datos ahora claros, es esencial que las apuestas por el hidrógeno verde no se detengan, ya que podría ser la clave para un futuro energético más sostenible. ¿Es este el inicio de una nueva era en la energía renovable o simplemente un paso más en un camino lleno de obstáculos? Solo el tiempo lo dirá.