Mireia Guarner ha dejado una huella imborrable en la Behobia - San Sebastián 2024, no solo por llevarse la victoria, sino también por su impresionante espíritu deportivo. Tras cruzar la meta y consolidarse como ganadora, Guarner sorprendió a todos al ir directamente a interesarse por el estado de su rival, Maitane Melero, quien llegó exhausta después de un intenso esfuerzo. En un gesto conmovedor, la atleta catalana se acercó y mostró su apoyo, asegurándose de que la corredora navarra estuviera bien. A pesar de estar fatigada, Melero pudo confirmar que estaba en良 estado, aunque visiblemente agotada.

La carrera femenina tuvo una notable competitividad, con un grupo compacto de favoritas que se mantuvo unido hasta alcanzar el ecuador de la prueba. En la segunda mitad, Mireia tomó la iniciativa, desmarcándose gradualmente del pelotón y finalizando en el alto de Miracruz. A partir de ahí, fue capaz de aumentar su velocidad y pronto dejó atrás a Maitane Melero, lo que la llevó a un triunfo emocionante en esta 59ª edición de la popular carrera.

Al cruzar la línea de meta en el emblemático Boulevard de San Sebastián, Mireia levantó los brazos en señal de victoria ante un público que la aplaudía con fervor. Pero lo que realmente destacó fue su actitud al volverse y esperar a sus competidoras. Primero fue Lorena Plano, que llegó a solo diez segundos de distancia, con quien compartió un emotivo abrazo. Más tarde, llegó Maitane, quien, tras un esfuerzo considerable, terminó en un meritorio tercer lugar.

Sin embargo, lo que marcó esta edición no fue solo la competición en sí, sino el compañerismo que una vez más caracteriza a las carreras de larga distancia. Tras cruzar la meta, Melero se dejó caer al suelo, claramente fatigada por el esfuerzo. Mireia, al igual que Lorena, se acercó rápidamente a ella, tomando su mano y manteniendo una conversación breve pero significativa. Aunque Maitane agradeció la ayuda, necesitó un momento para recuperarse antes de levantarse. Finalmente, tras unos instantes en el suelo, ella se puso de pie y se unió a sus compañeras para celebrar el arduo trabajo realizado a lo largo de la carrera.

Este tipo de gestos de deportividad son los que realmente definen a los atletas: no solo compiten, sino que también se apoyan entre sí, mostrando que en el deporte, la rivalidad y la amistad pueden coexistir. La Behobia - San Sebastián sigue siendo un espacio notorio no solo de competencia, sino de comunidad y solidaridad entre corredores.