El Gobierno de España ha dado un paso crucial este lunes durante el Consejo de Ministros al aprobar un segundo Real Decreto Ley dirigido a manejar la emergencia en Valencia provocada por la reciente dana. A través del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, se destinarán 390.000 euros para ayudar a las protectoras de animales que han sido gravemente afectadas. Esta es la primera vez que se implementan ayudas de este tipo que buscan reconstruir las infraestructuras dañadas, cruciales para el cuidado de animales perdidos o abandonados en estas difíciles circunstancias.

La presidenta de la Coordinadora Animalista de la Comunidad Valenciana, Ángela Molina, informa que al menos diez protectoras han reportado daños significativos y tienen infraestructuras inhabitables, especialmente en la zona de Ribera Alta. Aunque no se dispone de un conteo exacto de animales heridos, se estima que son más de 1.000, siendo el refugio más grande, Modepran en Carlet, el hogar de más de 500 animales. La devastación ha llevado a trasladar a estos animales a otros espacios, algunos improvisados como canchas de fútbol o casas de acogida temporales, donde se ha proporcionado refugio a los necesitados.

Lucía Mateu, voluntaria de Modepran, compartió sus vívidas memorias del día de la inundación. "La lluvia torrencial inundó rápidamente las instalaciones, y todo quedó reducido a escombros. A pesar del caos, el personal actuó sin pensar. Los perros se escaparon de sus jaulas, y logramos reunirlos en un intento por mantenerlos a salvo. Sorprendentemente, no tuvimos que lamentar muertes, aunque alrededor de 20 animales resultaron gravemente heridos y debieron ser trasladados a clínicas veterinarias. Este refugio albergaba aproximadamente 300 perros y 200 gatos", relata angustiada.

El panorama en el refugio es desolador: el perímetro está roto, árboles caídos y el escenario cubierto de barro. Sin embargo, lo que ha emergido como un rayo de esperanza es el notable movimiento de solidaridad y voluntariado que se ha activado en respuesta a la crisis. Voluntarios, junto a veterinarios, han estado rescatando animales de las áreas afectadas y trasladándolos a lugares seguros gracias a la generosa acogida del público. Las donaciones han fluido en distintas formas, desde atención veterinaria gratuita hasta suministros esenciales como comida y medicamentos.

El Colegio de Veterinarios de Valencia ha informado que más de 130 centros están colaborando con la crisis, y casi 400 veterinarios se han ofrecido como voluntarios para cuidar de los animales. Por desgracia, más de 152 clínicas veterinarias han tenido que cerrar al menos un día debido a daños. Los hospitales veterinarios en la región han abierto sus puertas para atender a los heridos, priorizando a grandes animales, como caballos, que han llegado en condiciones críticas.

La reconstrucción se presenta como el siguiente gran desafío para las protectoras. Como menciona Molina, se necesita continuar con las donaciones y el trabajo voluntario. La comunidad ha sido increíblemente solidaria, pero hay una creciente preocupación sobre la sostenibilidad de este apoyo en el futuro. "Dentro de poco tiempo, muchos volverán a sus rutinas y la pregunta es: ¿qué sucederá dentro de un mes?", se pregunta Molina.

Amparo Requena, presidenta de Modepran, señala que las ayudas estatales son vitales. Sin el financiamiento adecuado, las organizaciones sin ánimo de lucro pueden enfrentar una carga abrumadora tras la catástrofe. Además, la pérdida de mascotas ha dejado a familias devastadas, que tras dos semanas de las inundaciones continúan buscando a sus fieles compañeros. Sylvia Georgieva, una joven de 29 años, comenzó una cuenta de Instagram dedicada a ayudar a encontrar animales perdidos. En menos de 24 horas, la página acumuló miles de seguidores y actualmente supera los 36.000. Un grupo de ocho mujeres ahora gestionan esta iniciativa, que ha logrado reunir a más de 200 animales con sus familias.

Este acto solidario destaca la unión de la comunidad en tiempos de crisis, recordándonos que juntos podemos enfrentar los desafíos más grandes.