Álvaro Morata se ha convertido en un verdadero desafío para los aficionados del Real Madrid. Su decisión de unirse al Atlético de Madrid sigue siendo un tema sensible, y cada vez que se enfrenta al equipo blanco, los seguidores no pueden evitar sentir rencor. Este último choque en el Santiago Bernabéu no fue diferente, ya que Morata anotó uno de los tres goles que le dieron la victoria al Milan, reviviendo viejas heridas en la afición madridista.

La tensión se palpaba en el ambiente. Cuando Vinicius se disponía a lanzar un penalti crucial, las cámaras capturaron a Morata con una expresión de contrariedad que desató la furia de los hinchas. El grito de “¡Qué malo eres, Morata!” resonó en todo el estadio, como una ola imparable de desaprobación.

Aunque Morata llegó al partido anticipando este tipo de reacciones, su comportamiento fue distinto a lo que se vivió en su último enfrentamiento con el Madrid, donde fue silbado en un partido entre España y Brasil. Aquel día, su corazón dolió al ver que su estatus como capitán de la Roja no fue suficiente para calmar la rabia de la afición. En esta ocasión, tuvo la templanza suficiente para no dejarse afectar.

Con este nuevo gol, Morata alcanzó su séptimo tanto ante el Real Madrid en trece encuentros, convirtiéndose así en el máximo goleador de la historia del Madrid como rival, superando a los seis goles que le ha marcado al Sevilla. Entre sus hitos, recuerda con melancolía aquel que lo llevó a la final de la Champions con la Juventus en 2015.

Sin embargo, el verdadero momento emotivo de la noche llegó tras su gol. Morata, en vez de recurrir a la provocación, dedicó su celebración a un amigo y a todos los afectados por las inundaciones que devastaron Valencia, conocidas como DANA. En un mensaje conmovedor para todos, Morata expresó: “Mando un abrazo a todas las familias afectadas por la DANA y otro a toda la gente que ayuda con el alma. Estoy orgulloso de ver a compañeros ayudando y ojalá pudiese estar con ellos, pero nosotros tenemos que seguir y apoyamos de nuestra manera. Me siento orgulloso de ser español y ver a todos ayudar. Ojalá que la selección pueda ir a jugar a Valencia para ayudar todo lo posible.”

Este gesto de compasión y solidaridad de Morata realmente elevó el tono del partido y recuerda a todos que, más allá de la rivalidad, hay un sentido de comunidad y apoyo en momentos difíciles.