Después de años de preparación, entrenamiento intensivo y el desafío de sobrevivir en un cohete rumbo a Marte, ¿cuál es la recompensa? Un almuerzo de... grillos. Así lo indican investigadores de la Universidad de Australia del Sur y la Universidad Espacial Internacional de Francia, quienes afirman que este es el futuro de la alimentación en el espacio.

Pero no es tan sencillo. A medida que nos aventuramos a establecer bases permanentes en otros planetas, debemos buscar fuentes alimenticias seguras, nutritivas y que, ojalá, sean agradables al paladar. Mientras que los viajes de ida y vuelta permiten reabastecer desde la Tierra, la situación se complica con colonias permanentes.

La idea de criar vacas en el espacio parece lejana. En 2021, la NASA, junto con la CSA canadiense, lanzó el Deep Space Food Challenge, una competencia que fomenta el desarrollo de nuevas tecnologías para la producción de alimentos en el espacio y en la Tierra. Esta iniciativa busca soluciones para mantener a cuatro personas alimentadas durante una misión de tres años sin posibilidad de reabastecimiento.

Las propuestas fueron diversas: desde cultivos de vegetales en condiciones marcianas hasta sistemas para hornear pan en una nave espacial y la utilización de microalgas para snacks crujientes. Sin embargo, la opción más innovadora es la cría de insectos, especialmente grillos, que pueden ser una solución efectiva para producir alimentos altos en proteínas.

Aunque la idea de consumir grillos puede parecer poco atractiva, tienen ventajas significativas: requieren poco espacio, se reproducen rápidamente y pueden contribuir a la creación de un suelo fértil para el cultivo de vegetales. En 2020, el proyecto "Agricultura Lunar" de las universidades mencionadas exploró métodos económicos para abastecer a colonias espaciales mediante la producción de alimentos.

Criar animales grandes en otros planetas plantea complicaciones, ya que la gravedad canónica afecta su desarrollo. No hay certeza de cómo se comportarían animales como vacas o incluso peces, dado que mantener agua y condiciones adecuadas en el espacio es una tarea difícil y costosa. Y aunque las levaduras, bacterias y hongos también son alternativas, los grillos lideran el camino.

Los insectos no solo proveen alimento; en un entorno cerrado como el espacio, también desempeñan roles cruciales como la polinización, la mejora del suelo y el reciclaje de residuos. De hecho, estudios sugieren que incluir sistemas de insectos podría ser clave para el éxito de la colonización y la producción de alimentos en Marte y otros cuerpos celestes.

Así que, aunque la idea de comer grillos puede no sonar extremadamente deliciosa, el futuro del espacio podría depender de ellos. Prepárense, porque a este ritmo, pronto habrá que hacerles un espacio especial en nuestro menú intergaláctico.