Entretenimiento

El fotógrafo de las fiestas privadas de Marbella

2025-03-23

Autor: Antonio

Desde hace varias décadas, Marbella ha sido el epicentro de glamour y sofisticación en la costa española, y pocos conocen sus secretos mejor guardados tanto como José Luis Martín Pinzón, conocido como 'Marpy'. En los años sesenta, su tienda se ubicaba en la esquina de Finlandia y la N340, donde colgaba al día siguiente las fotografías de las fiestas que había capturado en el exclusivo hotel Marbella Club. Era un momento crucial donde los vecinos de la localidad se agolpaban para reconocer a los rostros famosos que aparecían en sus imágenes.

"A las cinco o seis de la tarde, el club estaba lleno de clientes del hotel queriendo comprar las fotos de la última fiesta", recuerda Marpy, quien comenzó a fotografiar desde muy joven, bajo la influencia de una rica tradición familiar de fotógrafos originarios de Ronda. Su abuelo, un contemporáneo de Pablo Picasso, debió adaptarse a la fotografía para sobrevivir, lo cual ha marcado profundamente la carrera de Marpy.

A la edad de once años, Marpy ya ayudaba en el negocio familiar e iba aprendiendo los secretos de la fotografía. Conoció a pioneros del sector y fue uno de los primeros en establecer un estudio fotográfico en Marbella, un lugar donde no solo se capturaban imágenes, sino también momentos históricos de la jet set. Celebridades como Liza Minelli, Brigitte Bardot y la icónica Lola Flores posaron ante su lente.

Uno de los momentos más memorables fue cuando Edgar Neville lo contrató para una fiesta en su jardín, donde, contra todo protocolo, no había mesas de cena. En su lugar, preparó una bañera llena de sangría y lebrillos con comida. "Fue una fiesta caótica pero divertida, donde la aristocracia se abalanzó sobre la comida como si fuera su último banquete", cuenta Marpy entre risas.

La apertura de Marbella al turismo trajo consigo una mezcla ecléctica de personajes, desde la nobleza europea hasta figuras del Hollywood dorado. La marquesa de Quintanilla, Aline Griffith, era conocida por sus fiestas extravagantes, donde se cruzaban personalidades como la duquesa de Alba y Audrey Hepburn. Estas fiestas no solo ofrecían entretenimiento, sino que también eran una oportunidad para que las élites sociales intercambiaran chismes y conexiones.

Sin embargo, Marbella también tuvo su parte oscura. Durante determinados eventos, los fotógrafos de prensa del corazón no podían acceder a las fiestas privadas, donde solo los fotógrafos de confianza tenían cabida. A menudo, Marpy se encontraba documentando situaciones inusuales, como una fiesta donde los invitados estaban disfrazados de bebés, un tema que resultó sorprendente para muchos.

La transformación de Marbella en un destino turístico próspero trajo varias oportunidades, pero también desafíos. Los antiguos modos de vida han cambiado drásticamente. Con la llegada de nuevos ricos y la pérdida de fiestas memorables, muchos negocios locales se vieron afectados. "Las zapaterías, floristerías y peluquerías sufrieron, y eso significaba perder puestos de trabajo que eran vitales para el sustento de muchas familias en el pueblo", explica Marpy con nostalgia.

A pesar de esta transformación, Marpy ha continuado capturando la esencia de Marbella y sus cambios a lo largo de los años. Su legado se siente en cada imagen que tomó, justo como un testimonio de un tiempo donde la opulencia y la buena vida se abrazaban en la costa mediterránea. Con cientos de fotografías, él también se ha convertido en un cronista visual de la historia reciente de Marbella.