El terror golpeó a Nueva Orleans este Año Nuevo, cuando el veterano de guerra Shamsud-Din Bahar Jabbar llevó a cabo un ataque devastador que dejó 14 muertos y más de 30 heridos. El FBI ha afirmado que Jabbar actuó solo, impulsado completamente por ideologías del Ejercicio Islámico. Las autoridades buscan respuestas sobre la radicalización del autor y las razones detrás de este acto inhumano.

Cerca de 80.000 aficionados se congregaron para rendir homenaje a las víctimas con un emotivo minuto de silencio antes del partido de football americano universitario, conocido como la Sugar Bowl, entre la Universidad de Georgia y la Universidad de Notre Dame. Este evento, que debía celebrarse el día anterior, fue pospuesto tras la tragedia. Jabbar embistió a la multitud con una camioneta alquilada en Bourbon Street, un punto turístico repleto de celebraciones de Año Nuevo.

A pesar de la tragedia, las autoridades insisten en que los eventos en Nueva Orleans, incluidos los próximos festejos del famoso carnaval de Mardi Gras, continuarán como estaba previsto. El presidente Joe Biden se unió a las celebraciones, asegurando que Nueva Orleans no será sometida a estos ataques terroristas y que el "espíritu de esta ciudad es inquebrantable".

El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, y el sheriff del condado de Jefferson, Joseph Lopinto, han garantizado que Nueva Orleans sigue siendo un lugar seguro, a pesar de este horrible suceso. La presencia de seguridad ha aumentado drásticamente en el centro de la ciudad para tranquilizar a los ciudadanos y turistas.

Se ha revelado que Jabbar, quien acababa de llegar desde Houston y tenía antecedentes de radicalización, había planeado un ataque mucho mayor. Había escondido explosivos en neveras portátiles y estaba preparado para detonar el caos en una celebración, tal como lo habían hecho otros ataques terroristas en el pasado. La bandera del Ejercicio Islámico fue encontrada en su vehículo, solidificando aún más su lealtad a una ideología extremista.

Entre las víctimas identificadas se encuentran personas con sueños y esperanzas, incluida una madre soltera que se preparaba para mudarse y un deportista destacado que regresaba a casa.

Las redes sociales de Jabbar muestran por qué y cómo llegó a este punto, con videos que expresan su odio hacia ciertas culturas y su deseo de promover la violencia. El FBI investiga su trayectoria hacia la radicalización, y Javier Raia, del FBI, declaró que este ataque es un claro acto de terrorismo bien premeditado.

Biden ha ordenado que las investigaciones sobre este ataque se intensifiquen, en un momento en que el país ya se prepara para momentos críticos en la política, por ejemplo, la victoria electoral de Donald Trump y las ceremonias fúnebres de Jimmy Carter. Estos sucesos, junto con el ataque en Nueva Orleans, han aumentado la tensión en el país.

¿Qué otros secretos ocultos se revelarán sobre Jabbar y su radicalización? ¿Está Estados Unidos preparado para afrontar la inminente amenaza del terrorismo interno? La búsqueda de respuestas continúa.