En un giro impactante de los acontecimientos, varias organizaciones feministas han reaccionado enérgicamente tras la renuncia de Iñigo Errejón, ex portavoz de Sumar, a raíz de ser objeto de acusaciones de acoso machista. Los colectivos piden a gritos el fin de la impunidad en la política y hacen un llamado especial a los partidos de izquierda para que implementen mecanismos efectivos que combatan la violencia sexual que persiste en sus filas.

"¿Todavía hay sorpresa? Nosotras no. Este nuevo episodio de 'señor aliado superfeminista' recalca lo que ya sabemos: los espacios políticos, a pesar de su ideología de izquierda, siguen perpetuando las dinámicas patriarcales que afectan a todos los sectores de la sociedad", señala la Fundación Mujeres Jóvenes en un contundente comunicado.

La organización enfatiza cómo el sistema político enarbola la bandera de la igualdad, mientras continúa protegiendo a quienes perpetúan el machismo. "El pacto de varones se extiende independientemente de su color político, desde comunistas a liberales, pasando por socialdemócratas. Este fenómeno se observa en todas partes: organizaciones políticas, sindicatos y comunidades educativas", afirman.

En el comunicado, se reconoce que "ningún entorno escapa al machismo y la violencia", pero lamentan que a menudo se silencia. "Los protocolos no funcionan y los discursos feministas se convierten en mera letra muerta. Las instituciones fracasan en crear entornos donde las mujeres puedan participar sin miedo a la violencia", asegura la federación, haciendo referencia a la primera denuncia contra Errejón que se presentó a través de Instagram.

La situación se intensificó después de que una periodista hiciera pública una acusación anónima donde describía a Errejón como un "maltratador psicológico". Este viernes, la actriz Elisa Mouliaá también presentó una denuncia en comisaría por una agresión sexual sufrida en una fiesta, manifestando: "Llevo tiempo sintiendo que tenía que hablar, si no lo hacía, pesaría sobre mi conciencia".

"Su discurso se ha convertido en una burla"

La Federación de Mujeres Jóvenes destaca que lo que complica aún más la situación es cuando los agresores son hombres que promueven un discurso feminista. "En los espacios políticos progresistas, existe una dinámica particularmente insidiosa porque, a pesar de que aparentemente comparten nuestros ideales, se convierten en referentes y son aplaudidos por sus discursos de igualdad. Esto dificulta enormemente que nosotras podamos señalar el problema sin miedo a ser desacreditadas", argumentan.

La Fundación Mujeres también se expresó en la misma línea, subrayando que "el comportamiento depredador hombre a hombre existe en todos los niveles de nuestra sociedad y la política no es una excepción". Reconocen que Iñigo Errejón ha sido una de las figuras más destacadas de la izquierda en los últimos años y critican que su reciente discurso contra la violencia machista es, en estos momentos, una burla hacia todas las mujeres, enfatizando su pleno silencio y falta de disculpas.

Se refieren a la carta que Errejón publicó en redes sociales al anunciar su dimisión, en la que menciona haber alcanzado "el límite de la contradicción entre el personaje y la persona", aludiendo a su "forma de vida neoliberal" y a su "ritmo de trabajo" como factores que justifican su comportamiento despreocupado.

Sin embargo, la Fundación Mujeres le responde contundentemente: "No es el neoliberalismo ni los trastornos mentales lo que explica un comportamiento tan intolerable, sino el machismo culturalmente arraigado, que disfruta de una impunidad alarmante". Por ello, urge a los partidos a implementar "los mecanismos necesarios para prevenir y controlar el machismo en sus organizaciones" y a no proteger a quienes continúan actuando con impunidad. "Esto no solo daña los derechos de las mujeres, sino también la credibilidad del feminismo en partidos que ostentan estos valores como su bandera."