El reciente golpe de España a las aerolíneas ha hecho temblar a Europa. En mayo, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 impuso una histórica multa de 150 millones de euros a Ryanair, easyJet, Vueling y Volotea por prácticas abusivas en el cobro de equipaje de mano. Este escándalo ha resonado por todo el continente, y el medio alemán Inside Digital no ha tardado en hacer eco de la noticia.

La sanción se basa en prácticas tarifarias abusivas, incluyendo la tarifa adicional por la reserva de asientos para acompañar a menores o personas dependientes. También se incluyen cobros por el transporte de equipaje de mano, falta de transparencia en la información precontractual sobre precios, la prohibición de pagos en efectivo y un coste de 20 euros por la reimpresión de tarjetas de embarque en el aeropuerto.

Por si fuera poco, un tribunal en Braga, Portugal, declaró ilegal el cobro de tasas por el equipaje de mano. La sentencia establece que Ryanair no puede cobrar a los pasajeros si llevan maletas de mano que cumplan con las dimensiones establecidas (55 x 40 x 20 cm) y que también respeten las normas de seguridad. Este fallo parece presagiar un cambio significativo en la política de las aerolíneas de bajo coste en toda Europa.

El caso de un pasajero portugués que fue cobrado 56,50 euros por su maleta de mano ha destacado la necesidad de este cambio. La aerolínea deberá reembolsar esa cantidad, pero los expertos sugieren que esto es solo el principio de una serie de reembolsos masivos que podrían seguir, especialmente considerando que el 57% de los consumidores desconocen que no deberían ser cobrados por llevar equipaje de mano en la cabina, según una encuesta de la Asociación de Consumidores de Navarra Irache.

Esta asociación ha visto un aumento en las quejas relacionadas con este asunto, ya que muchos pasajeros se han visto obligados a pagar tarifas elevadas o a facturar su equipaje sin necesidad. Los precios de estas tarifas oscilan entre 8 y 70 euros, dependiendo de la aerolínea y el peso de la maleta. La indignación es palpable entre los viajeros.

Con el panorama actual, los expertos advierten que tanto el escándalo español como la decisión del tribunal portugués podrían desencadenar una reacción en cadena en toda la Unión Europea. Se habla de la posibilidad de una regulación a nivel comunitario que proteja a todos los viajeros, incluidos los alemanes, de estas prácticas abusivas. ¡Los pasajeros de Europa esperan ansiosos ver qué medidas se tomarán y cómo esto cambiará el futuro de los viajes aéreos!