La tensión se palpaba en el aire durante el partido de Las Palmas, donde la afición no pudo contener su indignación ante un arbitraje polémico que volvió a desatar un torbellino de emociones. El árbitro Gil Manzano fue blanco de las críticas tras tomar decisiones cuestionables en momentos claves del encuentro, convirtiéndose en el protagonista no deseado del duelo.

Todo comenzó con una jugada que dejó a todos boquiabiertos en el minuto 63; Fabio Silva, demostrando su habilidad, llegó a la línea de fondo y asistió a Moleiro, quien cayó en el área tras un forcejeo con Areso. Las esperanzas de un penalti fueron aplastadas cuando Gil Manzano decidió no sancionar la falta, lo que provocó el descontento de los espectadores. Sin embargo, su decisión se volvió aún más controvertida tras más de tres minutos de consulta con el VAR, donde en vez de conceder el penalti, revisaron y finalmente señalaron un ligero codazo de Silva, lo cual dejó a todos preguntándose si esa era realmente la razón por la que no se sancionó la falta anterior.

La situación se complicó aún más en el segundo tiempo cuando Essugo, tras aplaudir en señal de desacuerdo con la decisión arbitral, recibió una tarjeta amarilla que lo dejó fuera del partido. Esta segunda amonestación hizo enojar aún más a la pequeña pero ruidosa afición que había asistido al estadio, transmitiendo su frustración por la falta de consistencia en las decisiones del arbitraje.

Diego Martínez, entrenador de Las Palmas, optó por mantener la calma en rueda de prensa, diciendo: "No me corresponde hablar del tema arbitral. Hay que respetar las decisiones, aunque a veces sean difíciles de entender". Sin embargo, no pudo evitar comentar sobre el joven Essugo, mencionando que espera que esta experiencia sirva de lección para él.

Por su parte, Vicente Moreno, el entrenador del equipo visitante, no dudó en asegurar que la falta de Fabio Silva era clara y que, a su juicio, por primera vez en la jornada, se equivocaron al no sancionar lo que era una tarjeta amarilla clara.

Con las 15 amarillas mostradas, un récord en LaLiga, y la expulsión controversial, este partido se recordará no solo por el despliegue de fútbol, sino también por la confusión y el malestar ocasionados por el arbitraje. ¿Cómo afectará esto al futuro de ambos equipos en la competición? Solo el tiempo lo dirá.