Introducción

Un reciente incidente devastador en Líbano ha dejado al menos 20 muertos y más de 450 heridos, tras una serie de explosiones que han sembrado el pánico y la incertidumbre en la región. Las autoridades han comenzado a investigar el origen de los dispositivos explosivos utilizados en estos ataques, entre los que se encuentran walkie-talkies de la marca ICOM y buscapersonas aparentemente modificados.

Investigación sobre los buscapersonas

Estos buscapersonas, que fueron encontrados rellenos de hasta 56 gramos de material explosivo, llevaban la etiqueta de 'Made in Taiwan'. Sin embargo, según datos recientes, habían sido producidos en Hungría por una empresa sospechosa que supuestamente es un frente israelí. La cadena de suministro que une Japón, Taiwán, Hungría y Líbano plantea numerosas interrogantes sobre la fabricación y el tráfico de armas en la región.

Walkie-talkies de ICOM

Los walkie-talkies de la marca ICOM, específicamente el modelo IC-V82, han sido identificados como uno de los dispositivos utilizados en las explosiones. La empresa japonesa, que ha estado en el negocio de las comunicaciones inalámbricas desde 1954, ha declarado que este modelo no se fabrica desde 2014. Al comprobar los dispositivos, ICOM advirtió que estos carecían de las etiquetas de seguridad que la compañía emplea para evitar falsificaciones. Esto sugiere que los artefactos podrían ser versiones falsificadas.

Declaraciones de ICOM

Ray Novak, un alto ejecutivo de ICOM, subrayó a la agencia AP que los productos encontrados en Líbano no eran auténticos, y enfatizó que su compañía está colaborando con las autoridades para resolver este enigma. Se ha señalado que uno de los dispositivos estalló durante un funeral de combatientes de Hizbulá, elevando aún más la tensión en el país.

Investigaciones sobre el fabricante

La ruta de investigación también ha incluido a un fabricante taiwanés, Gold Apollo, quien inicialmente se notificó como responsable de la producción de los buscapersonas. Sin embargo, este fabricante rápidamente se desvinculó y apuntó a BAC Consulting, una compañía con sede en Budapest, como el verdadero productor. A pesar de esta afirmación, las autoridades húngaras también han negado tener conocimientos sobre la presencia de esos dispositivos en su territorio, y han confirmado que BAC no tiene instalaciones de producción.

Posibles implicaciones israelíes

El misterio se profundiza aún más con informaciones recientes del New York Times, que sugieren que Israel podría estar detrás de la manipulación de esos dispositivos, ocultando explosivos y habilitando su activación a distancia. Esta afirmación ha generado gran preocupación sobre el uso de tecnología de consumo en operaciones militares y terroristas, lo que plantea serios dilemas éticos en términos de seguridad pública.

Conclusiones

A medida que avanza la investigación, la comunidad internacional observa con atención, cuestionándose no solo la seguridad en Líbano, sino también el futuro de la región en el contexto de un creciente conflicto que pone en jaque la estabilidad de varios países aledaños.