Introducción al cáncer de próstata

La Clínica Mayo explica que el cáncer de próstata es una enfermedad que se desarrolla en la glándula prostática de los hombres, la cual es del tamaño de una nuez y es responsable de producir el líquido seminal que nutre y transporta los espermatozoides. Este tipo de cáncer es uno de los más comunes entre los hombres y muchos de los casos crecen lentamente, permaneciendo mayormente dentro de la glándula sin causar grave daño.

Sin embargo, no todos los cánceres de próstata son iguales; algunos son más agresivos y pueden diseminarse con rapidez, lo que incrementa la necesidad de un tratamiento inmediato y efectivo.

Ejercicio y prevención del cáncer de próstata

¿Puede el ejercicio ayudar a prevenir el cáncer de próstata?

Aunque no existe una forma garantizada de prevenir el cáncer de próstata, adoptar hábitos saludables como el ejercicio puede ser de gran ayuda. Según un grupo de expertos en el marco de la campaña ‘Moviéndonos por la vida’, una iniciativa asociada al movimiento ‘Movember’, se ha señalado que la actividad física no solo disminuye la incidencia del cáncer de próstata, sino que también mejora la calidad de vida de los pacientes ya diagnosticados.

El Dr. Víctos Sacristán, representante de la Sociedad Española de Oncología Médica, destacó que 'la actividad física reduce la incidencia de este tipo de cáncer, mejora la tolerancia a los tratamientos y disminuye el riesgo de recaídas'. Además, el ejercicio ayuda a mitigar los efectos adversos de la terapia de privación androgénica y otros tratamientos agresivos como la quimioterapia y la radioterapia.

El ejercicio como herramienta esencial para la salud

Un estudio del Colegio Americano de Medicina del Deporte sugiere que realizar actividad física puede asociarse con hasta un 33% menos de riesgo de muerte por cáncer en pacientes con cáncer de próstata. Además, datos preliminares indican que practicar al menos 225 minutos de actividad moderada a la semana podría contribuir a reducir el antígeno prostático y la proliferación tumoral, sugiriendo beneficios en el control de la enfermedad.

'Estos beneficios tienen un impacto directo en la supervivencia del paciente. Ignorar la prescripción de ejercicio físico sería una gran pérdida de oportunidades', afirmó Miguel Ángel Berenguer, representante de ejercicio y cáncer en la Plataforma de Pacientes de SEOR.

De acuerdo con estudios recientes, el ejercicio físico puede ser fundamental para reducir la mortalidad específica por cáncer en un 20% y tiene el potencial de disminuir el riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de próstata, hasta en un 30%. Esto plantea un claro llamado a la acción: la actividad física no solo mejora la salud general, sino que puede ser un factor decisivo en la lucha contra el cáncer. Así que, si deseas proteger tu salud y prevenir enfermedades, ¡no dudes en moverte! La clave podría estar en un estilo de vida activo.