Un cambio radical en la vida de Kiko Rivera

La vida de Kiko Rivera (41 años) ha dado un giro inesperado desde que decidió abandonar el hogar familiar donde pasó más de una década junto a Irene Rosales y sus dos hijas. Esta nueva etapa está resultando ser todo un desafío para el DJ, quien ahora enfrenta una dura realidad.

Borrando el pasado y buscando renacer

Enfocado en sus tres hijos y en su carrera como streamer y DJ, la ruptura lo ha llevado a tomar decisiones drásticas, como eliminar todos los recuerdos del pasado de su perfil de Instagram. "Lo hice porque los buenos recuerdos ya están dentro de mí, y siento que es hora de empezar de nuevo", confesó.

La tristeza provoca un sincero desahogo

Después de pasar tiempo con sus hijas, Kiko se enfrenta al abrumador silencio de la soledad. En un reciente directo en redes sociales, sin filtros, admitió que no está en su mejor momento: "No estoy al 100%. Todo necesita su tiempo", dijo con pesar, haciendo alusión a lo difíciles que están siendo estos primeros días solo. "Se me cae la casa encima, la verdad", expresó.

Un cambio de residencia y nuevo acuerdo

Aunque intenta normalizar su situación, Kiko tuvo que interrumpir su directo al sentirse mal, lo que generó preocupación entre sus seguidores. Para mantener cierta cercanía a su familia, ha alquilado un piso en Castilleja de la Cuesta después de pasar unos días en casa de un amigo. Aún queda por definir el acuerdo con Irene, pero parece que las niñas vivirán con ella y Kiko podrá visitarlas regularmente.

Irene Rosales: adaptándose a la soltería con gracia

A diferencia de Kiko, Irene parece estar adaptándose mucho mejor a esta nueva etapa. Activa en redes sociales, se ha dedicado al deporte y al amor de sus hijas, su prioridad absoluta. Recientemente, sus publicaciones sugieren que podría estar abierta a nuevas ilusiones. En un mensaje en Instagram, mencionó que las noches deberían tener "cosquillitas en la espalda para ser buenas", lo que algunos interpretaron como un guiño a su vida actual.

Un futuro incierto para la ya ex pareja

Aunque algunos analistas creen que Irene ya no guarda sentimientos hacia Kiko, lo cierto es que ambos han comenzado vidas separadas. Con futuras incógnitas sobre su relación, lo que es evidente es que el dolor y la tristeza están marcando este capítulo en la vida de Kiko, mientras que Irene se muestra decidida a avanzar.