El desafío de luchar contra el cáncer de mama: Guía práctica sobre tipos, diagnósticos y técnicas avanzadas
2024-11-08
Autor: Carlos
El cáncer de mama es una enfermedad multifacética que abarca una amplia variedad de subtipos. Los avances en oncohematología en las últimas décadas han permitido que este término, que se refiere únicamente a la localización del tumor, se quede corto. El doctor César A. Rodríguez, jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Salamanca y presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), nos explica: “Hoy en día sabemos que es un conjunto de entidades clínicas y patológicas con diferencias biológicas significativas, lo que implica que el tratamiento varía considerablemente de un caso a otro.”
El diagnóstico no se limita a tumores benignos y malignos, ni a determinar si están en una etapa temprana o avanzada. La medicina actual aborda cada caso individualmente, considerando sus características clínicas, histológicas y moleculares. El aumento del conocimiento sobre la genómica en el cáncer de mama ha permitido la clasificación de estos tumores en lo que se denominan subtipos intrínsecos. Esto ha llevado al desarrollo de diagnósticos más sofisticados que a su vez permiten implementar tratamientos más efectivos y direccionados.
“Hace solo una década, al determinar si una paciente con cáncer de mama debía recibir quimioterapia, nos basábamos en criterios tan básicos como el tamaño del tumor y la presencia de ganglios afectados. A menudo, administrábamos quimioterapia a pacientes que realmente no la necesitaban porque sus tumores no eran tan agresivos o quimiosensibles”, recuerda el Dr. Rodríguez. La aplicación de la genómica ha impulsado un cambio hacia estrategias de desescalada, donde ya no se pregunta quién necesita quimioterapia, sino quién no la necesita para una recuperación efectiva.
Asegura que incluso en casos de cáncer metastásico, donde el paciente ha recaído, el uso de quimioterapia se está retrasando, “ya que contamos con nuevas terapias biológicas basadas en biomarcadores específicos que permiten explorar otras opciones de tratamiento antes de recurrir a la quimioterapia tradicional. Utilizamos pequeñas moléculas, tratamientos biológicos y, en ciertos escenarios, inmunoterapia”, enumera el experto.
Tipos de cáncer de mama: Conozca las diferencias
El cáncer de mama se categoriza en base a su clasificación molecular en tres grupos principales: 1. **Tumores Luminales**: Dependientes de hormonas (estrógenos y progesterona), que representan entre el 25% y 50% de los cánceres de mama. 2. **Tumores HER2 positivo**: Tienen niveles altos del receptor HER2, una proteína que contribuye al crecimiento de células cancerosas. 3. **Tumores Triple Negativo**: No expresan receptores HER2 ni hormonas, considerados los más agresivos y difíciles de tratar. Aunque han tenido un mal pronóstico por la escasez de estrategias y tratamientos específicos, actualmente se están identificando biomarcadores que pueden mejorar la situación, subraya el doctor.
Los biomarcadores son fundamentales: “Son alteraciones biológicas en el tumor, como la mutación de un gen, que guían hacia un tratamiento específico”, explica el Dr. Rodríguez. La toma de decisiones en el tratamiento del cáncer de mama, tanto en estadios precoces como avanzados, se basa en un catálogo de biomarcadores que permiten conocer las características del tumor y predecir la respuesta a los tratamientos, lo que se conoce como medicina de precisión o personalizada.
¿Cuándo realizarse una mamografía?
Desde 2021, el cáncer de mama es el tumor más diagnosticado a nivel mundial y se estima que en 2024 se detectarán 36,395 nuevos casos en España, según la SEOM. Cada año se incrementan tanto los casos como la tasa de supervivencia, que supera el 85% a cinco años. Esto se debe a la efectividad de los cribados en la detección temprana. “La mamografía es la prueba más conocida y ha demostrado beneficios a nivel poblacional”, explica el Dr. Rodríguez.
Anteriormente, se recomendaba a mujeres de 50 a 70 años realizarse mamografías cada dos años. Sin embargo, debido al aumento de incidencias en mujeres más jóvenes —por factores como el estilo de vida, la maternidad tardía y la esperanza de vida en aumento—, el rango de edad recomendado se ha ampliado entre 45 y 74 años. “Podemos influir en factores individuales, como mantener una dieta saludable, hacer ejercicio, disminuir el consumo de alcohol y evitar la obesidad”, recomienda el especialista.
¿Es útil la autoexploración mamaria?
Aunque no puede ni debe sustituirse por una mamografía, para el experto, la autoexploración puede ayudar a detectar signos de alerta, como la aparición de bultos o cambios en la piel de la mama que requieren consulta médica inmediata.
¿Qué pasa con los antecedentes familiares?
Es fundamental conocer si hay mutaciones hereditarias en la familia. Las mutaciones en genes como BRCA1 y BRCA2 representan entre el 20% y 25% de los cánceres hereditarios, aumentando el riesgo de cáncer de mama y ovario en mujeres jóvenes y de próstata en hombres. Esta es una preocupación a la que no se ha prestado suficiente atención. Aunque el 1% de los cánceres de mama afecta a hombres —más de 350 al año en España—, tener antecedentes familiares no implica que el cáncer sea necesariamente hereditario.
Las pruebas genéticas no se realizan a todos los pacientes; se evalúan mediante unidades de consejo genético, donde se estudia el historial familiar y se determinan si se cumplen criterios para llevar a cabo dichas pruebas. Si se establece un riesgo, se obtienen muestras de sangre, a menudo de quienes han padecido cáncer previamente.
Técnicas de diagnóstico avanzadas
“El cáncer de mama es dinámico”, afirma el Dr. Rodríguez. “A medida que tratamos el tumor, pueden surgir cambios en su biología que hacen que el tratamiento inicial ya no sea adecuado”. Las técnicas de diagnóstico avanzado, como la biopsia líquida y la secuenciación masiva, han revolucionado la atención oncológica, permitiendo un seguimiento más dirigido y personalizado. La biopsia líquida permite identificar ADN tumoral en una simple muestra de sangre, facilitando el análisis de cambios genómicos pertinentes. La secuenciación masiva, que examina múltiples mutaciones genéticas de manera rápida, amplía el espectro de opciones de tratamiento.
Retos actuales en la lucha contra el cáncer
Pese a los avances, el cáncer de mama sigue siendo la principal causa de muerte entre las mujeres en España. “Esto se debe a que, una vez que la enfermedad recae y presenta metástasis, en la mayoría de los casos se vuelve incurable”, comenta el experto. Sin embargo, es alentador que el desarrollo de nuevos tratamientos más específicos y menos tóxicos está logrando aumentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida de las pacientes en comparación con décadas anteriores.