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El Comité Olímpico Internacional: Entre Empresa Comercial y ONG Global

2024-12-25

Autor: Carmen

Uno de los momentos más controversiales en la historia del Comité Olímpico Internacional (COI) fue el nombramiento de Juan Antonio Samaranch Jr. como miembro de la asamblea olímpica por su padre, Juan Antonio Samaranch, en mayo. Este acto, que muchos vieron como un claro nepotismo, generó reacciones mixtas entre los miembros del COI, quienes advirtieron a Samaranch sobre las posibles consecuencias en su reputación. Sin embargo, él se mantuvo firme, desestimando las preocupaciones con un simple “No me importa.”

Han pasado más de dos décadas desde que Samaranch padre dejó su cargo en 2001, y aunque su hijo intenta distanciarse públicamente de la poderosa imagen de su padre, el legado de Samaranch sénior es innegable. Su mandato transformó radicalmente el COI de una organización disfuncional a una institución respetada y bien financiada. Dick Pound, su vicepresidente, lo resumió a la perfección: “Heredó una organización insolvente, desorganizada y no universal, y la convirtió en una entidad universal y bien financiada.”

Samaranch padre fue un maestro en la realpolitik, capaz de manejar complejas relaciones internacionales, incluyendo las tensiones entre China y Taiwán, el apartheid en Sudáfrica y las secuelas de la Guerra Fría. Su visión llevó a la organización de los Juegos de Seúl y a la inclusión de China en el movimiento olímpico, eventos que cimentaron su reputación y la del COI en el ámbito global.

El legado que dejó se refleja en la estructura actual del COI, que en 2024 opera como una entidad híbrida: por un lado, una empresa comercial que obtiene ingresos astronómicos (7.600 millones de dólares en el último ciclo olímpico) gracias a los derechos de transmisión y a su programa de patrocinio TOP, y por otro, como una ONG que redistribuye el 90% de sus ingresos para apoyar el desarrollo del deporte a nivel mundial.

Juan Antonio Samaranch Jr., ahora candidato a presidir el COI, se encuentra en una posición única. Asegura que la gestión futura del COI se basará en principios de universalidad, organización y finanzas sólidas, al igual que su padre. Con 7.200 millones de dólares garantizados en ingresos televisivos a largo plazo, Samaranch Jr. es optimista sobre el futuro, afirmando que el 92% de los fondos se destinarán a las bases del deporte mundial, a través de federaciones y comités olímpicos nacionales. Sin embargo, reconoce que siempre hace falta más inversión, especialmente para modernizar y equipar a los atletas de países en desarrollo.

A la pregunta sobre si el COI debería ser gestionado más como una empresa que como una ONG, Samaranch Jr. señala la necesidad de tener una visión empresarial efectiva: “No se generan 7.600 millones de dólares simplemente dando discursos.” Propone, además, crear un fondo de inversión de 1.000 millones de dólares destinado a impulsar oportunidades innovadoras dentro del sector deportivo, una iniciativa que podría cambiar radicalmente el panorama del olimpismo en el futuro.

Con el COI enfrentando desafíos contemporáneos como el cambio climático, el dopaje y la inclusión, la próxima presidencia de Samaranch Jr. podría marcar un nuevo capítulo en la historia del olimpismo, donde la línea entre empresa y ONG se vuelva aún más difusa.