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¡El caos táctico de Simeone en el Atlético: ¿hacia dónde va el equipo?

2024-10-04

La reciente derrota del Atlético de Madrid en Lisboa ha encendido todas las alarmas en el club rojiblanco. Perder 4-0 en un estadio como Da Luz, que siempre será considerado maldito, es un golpe devastador, especialmente para un equipo que había sido el menos goleado de la Liga en este inicio de temporada. Ahora, la preocupación se cierne sobre la clasificación en la Champions debido a este resultado, que puede influir negativamente en el average de goles y en el estado de ánimo del equipo.

La realidad es que, tras 10 partidos en la presente temporada, Diego Simeone aún no ha logrado encontrar un once titular claro ni un sistema de juego definido. La constante rotación de jugadores parece haber llevado a una confusión táctica, que está afectando el rendimiento del equipo en el campo.

Los jugadores se enfrentan a un panorama incierto donde no saben en qué posición jugarán en cuestión de minutos. Esta nueva obsesión de Simeone por las rotaciones podría estar relacionada con la profundidad de plantilla que tiene a su disposición, posiblemente la más amplia desde que asumió el mando del club. Sin embargo, esto ha resultado en un baile táctico notorio, donde los futbolistas cambian de posición durante el mismo encuentro sin ningún consuelo. En algunos partidos han alternado entre sistemas como el 1-3-5-2 y el 1-4-4-2, adaptándose a cada pequeña modificación que se realiza.

Por ejemplo, en el último encuentro ante el Benfica, el equipo comenzó con una formación que variaba entre el 1-3-4-2-1 y el 1-3-4-3, mientras que las posiciones de jugadores como Griezmann, que jugó como falso delantero centro, se intercambiaron a lo largo del primer tiempo. Si bien esto puede denotar una gran versatilidad por parte de los jugadores, también crea un desconcierto que se refleja en el rendimiento colectivo.

La situación llegó a un punto crítico cuando, con 0-1 en contra, Simeone realizó tres sustituciones de una sola vez al inicio del segundo tiempo. Al retirar a jugadores como Koke, De Paul y Griezmann, que son pilares en su estilo de juego, se envió un mensaje contundente al resto de la plantilla sobre el bajo rendimiento y la necesidad de elevar el nivel de juego.

Este caos táctico ha llevado a que jugadores que habitualmente ocupan ciertas posiciones se vean forzados a adaptarse a roles completamente diferentes en una sola temporada. Por ejemplo, Julián Álvarez ha sido más utilizado en la banda izquierda que en su posición natural de delantero, lo que ha generado dudas sobre su mejor utilización.

Así, la incertidumbre se convierte en el nuevo paradigma del Atlético. En sus duelos recientes, como el partido contra el Real Madrid y el más reciente en casa, han estado cambiando de formaciones constantemente, lo que ha generado una falta de continuidad en el juego. No se ve un patrón fijo, lo que dificulta a los jugadores encontrar su ritmo y confianza.

Con más de 200 millones de euros invertidos en fichajes este verano, se esperaba que el equipo mostrara una evolución clara y decidida en su expresión futbolística. Sin embargo, después de tantos partidos, es evidente que el Atleti aún no se ha definido como equipo en su forma de jugar. La pregunta persiste: ¿es un equipo sólido o un mero conjunto de talentos dispersos? La inquietud se apodera de la afición, que se pregunta si este caos táctico llevará al equipo a una mejoría o al abismo.