El FC Barcelona tenía grandes expectativas al planear el regreso al Camp Nou, esperándolo incluso para conmemorar los 125 años de la institución. Sin embargo, estas esperanzas se han desvanecido, y ahora se estima que el icónico estadio no reabrirá sus puertas al menos hasta abril de 2024. Este nuevo plazo genera incertidumbre sobre cuándo realmente podrá jugar el equipo en su hogar tras la mudanza temporal al Estadio Olímpico de Montjuïc.

Contrario a lo que muchos podrían pensar, el retraso en las obras no se debe a problemas estructurales ni al desvío en el trabajo de la empresa Limak, encargada de la construcción. El verdadero cuello de botella radica en la instalación de los sistemas esenciales: el cableado, la iluminación y el suministro de agua, entre otros, que son vitales para el funcionamiento del estadio. Debido a que continúa la construcción de la estructura, todavía no es posible iniciar estos trabajos indispensables.

Actualmente, alrededor de 1,800 trabajadores están laborando día y noche para asegurar que la obra avance a buen ritmo. Recientemente, se publicaron imágenes que muestran los nuevos asientos instalados, un indicio claro de progreso. Además, desde septiembre, el Barça ha recibido permiso para extender el horario de trabajo a 24 horas en aquellos lugares donde el ruido no sea un impedimento, lo que permite acelerar la instalación de los sistemas internos.

Sin embargo, no solo las obras físicas son desafíos. La burocracia y la obtención de permisos de seguridad son un proceso largo y complejo para garantizar que el estadio cumpla con todos los requisitos necesarios para albergar a más de 60,000 aficionados. Cada autorización puede llevar tiempo y es un factor crucial que influye en el retraso.

A pesar de esta situación, desde el club mantienen la esperanza de que para finales de diciembre se logren los objetivos previstos y que el equipo inicie la segunda mitad de la temporada 2025 en su casa renovada. Mientras, los abonados que están en Montjuïc están conscientes de que solo pagaron por diez partidos, aunque existe la posibilidad real de que la estancia en el Estadio Olímpico se amplié más allá de lo anticipado.

Mientras tanto, los aficionados siguen buscando respuestas: ¿Cuáles son los verdaderos motivos detrás de la demora y qué impacto tendrá esto en el futuro del club? La espera parece continuar, pero el compromiso por parte del Barça de entregar un estadio de primera categoría es inquebrantable.