Entretenimiento

El camino hacia el futuro de EL PAÍS

2025-01-19

Autor: Antonio

La decisión de transformar EL PAÍS en un medio dependiente de las suscripciones de sus lectores fue un consenso alcanzado entre todos los directores y responsables de la empresa desde sus inicios. En un mundo donde la publicidad ya no puede sostener la viabilidad de los diarios digitales, se hizo evidente que el futuro de la prensa estaba intrínsecamente ligado a su presencia en la web. Solo el compromiso de los lectores, suscribiéndose y asumiendo la responsabilidad de financiar el contenido, podía asegurar la continuidad de EL PAÍS. Todos éramos conscientes de esta necesidad, pero la transición no fue sencilla; fue un viaje tecnológico y empresarial lleno de desafíos.

Mi papel en esta transformación fue especialmente significativo, ya que fui testigo del surgimiento del periódico en su formato impreso. Cuando asumí la dirección, ya estaba todo preparado para el gran momento en 2020, pero la pandemia de COVID-19 cambió nuestros planes. A pesar de que la necesidad de información precisa en un contexto tan crítico habría sido el momento ideal para solicitar suscripciones, todos en la organización coincidimos en que debíamos esperar y ofrecer información veraz sobre la crisis sanitaria como un servicio público esencial.

Finalmente, cuando lo más agudo de la epidemia pasó, lanzamos nuestro modelo de suscripción el 1 de marzo de 2020. Ese día, muchos de nosotros sentimos una mezcla de optimismo y ansiedad, pues sabíamos que estábamos abriendo una etapa crucial para el futuro de EL PAÍS, garantizando su desarrollo empresarial y la independencia de nuestra redacción. Recuerdo una conversación con Joaquín Estefanía, exdirector del diario, que me inspiró a escribir un artículo titulado "Hacer EL PAÍS no es fácil", evocando el mismo lema con el que damos inicio a este proyecto en 1976. En ese entonces, también enfrentamos retos enormes en el contexto de la democracia emergente y la Transición española, y ahora, en 2020, nos encontrábamos en un país que, aunque se había consolidado como una democracia, estaba atravesando cambios extraordinarios.

Hoy vivimos en una sociedad llena de desafíos y contradicciones, donde la incertidumbre es común, pero también donde la esperanza emerge. La aspiración humana a ser feliz, vivir en paz, y disfrutar de la vida sigue siendo universal. Todos deseamos una sociedad que proteja a sus ciudadanos, que ofrezca seguridad en la enfermedad y la vejez, y que fomente el amor y la creación de familias. Para alcanzar tales sueños, es fundamental mantener la libertad y los derechos civiles, así como acceder a información veraz y a una diversidad de opiniones. Es crucial resistir ante movimientos que intentan desviar nuestra atención y debilitar nuestro juicio crítico. Este ha sido el compromiso de EL PAÍS, tanto en formato digital como impreso, y gracias a ustedes, nuestros lectores, el respaldo ha sido notable, alcanzando 400.000 suscripciones en menos de cinco años. ¡Juntos estamos forjando el futuro de la prensa en España! Gracias.